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Reservan una mesa para seis en un restaurante y les echan por retrasarse tres de ellos

La polémica por las reservas de mesas en los restaurantes

¿Qué hacer cuando se reserva una mesa para seis personas en un restaurante y solo llegan tres? ¿Cuánto tiempo hay que esperar a los demás comensales antes de pedir la comida? Estas son algunas de las preguntas que han generado un intenso debate en las redes sociales, a raíz de un caso ocurrido en un local de pizzas de Valencia.

El conflicto se originó cuando el gerente del restaurante decidió echar a unos clientes que habían reservado una mesa para seis personas a las 21.00 horas de un sábado, pero que a los 28 minutos solo habían llegado tres y querían seguir esperando a los otros tres. El propietario alegó que no podía permitirse tener una mesa bloqueada en hora punta, cuando solo disponía de tres mesas en el interior y tenía que pagar los gastos del negocio.

La reacción de los clientes y el influencer ‘Soy Camarero’

Los clientes afectados no se quedaron callados y expresaron su indignación en una reseña negativa sobre el restaurante, calificando la situación de «una auténtica vergüenza». Según ellos, el gerente les echó por tardar veinte minutos en pedir la comida, cuando ya estaban tomándose una consumición. Además, prometieron no volver al local.

La reseña llegó a oídos del influencer valenciano Jesús Soriano, más conocido por su usuario ‘Soy Camarero’, quien se dedica a denunciar las prácticas abusivas en el sector de la hostelería. Soriano compartió la publicación en sus redes sociales, donde desató un rosario de reacciones de usuarios que se posicionaron a favor y en contra de cada una de las partes.

Los argumentos de unos y otros

Los que defendieron al propietario del restaurante argumentaron que la impuntualidad y el egocentrismo de los clientes eran inaceptables, y que el tiempo de cortesía para pedir nunca debería exceder los quince minutos, menos aún en hora caliente que se llena y necesitan la mesa para trabajar y ganarse el pan.

Los que apoyaron a los clientes criticaron la falta de flexibilidad y de respeto del gerente, y señalaron que todos hemos llegado tarde a una cena alguna vez, ya sea por aparcamiento, atascos u otras mil causas. Además, consideraron que el hecho de que los clientes estuvieran consumiendo algo ya era una forma de compensar al restaurante por la espera.