La felicidad de la pareja, empañada por las deudas.
La vida de David Muñoz y Cristina Pedroche es un sube y baja de emociones. Por un lado, están disfrutando al máximo de su primera hija, Laia, que nació el 14 de julio en Madrid y que les tiene enamorados. La pequeña es la luz de sus ojos y les hace olvidar los problemas del día a día.
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Pero por otro lado, también tienen que lidiar con una situación económica muy delicada, que afecta a sus negocios y a su futuro profesional. ¿Qué está pasando con el chef más mediático de España y una de las presentadoras más conocidas de la televisión?
Con el agua al cuello por su complicada situación económica.
Resulta que David Muñoz tiene una empresa llamada ‘Pig Wings’ (‘Cerdos Voladores’), que es la que controla todos sus restaurantes y proyectos gastronómicos. Pues bien, esta empresa está al borde de la quiebra, porque tiene más de tres millones de euros en pérdidas, según ha publicado ‘El Confidencial’.
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Esto significa que tendría que disolver la sociedad y liquidar sus activos, lo que sería un duro golpe para el cocinero. Sin embargo, ha conseguido evitar este desastre gracias a una medida del Gobierno de Pedro Sánchez, que permite a las empresas afectadas por la pandemia no tener que ajustar sus cuentas hasta finales del 2024.
Así, David Muñoz ha podido respirar un poco y ganar tiempo para intentar remontar su situación. Pero no es la primera vez que se enfrenta a dificultades económicas. Ya en diciembre de 2021, poco después de la pandemia, el chef reconoció que tenía “muchas deudas” y que iba pagándolas como podía.
El triste cierre del StreetXO de Londres.
De hecho, tuvo que cerrar su restaurante StreetXO de Londres, que era uno de sus sueños y que no funcionó como esperaba. El local le costaba 50.000 euros al mes solo en alquiler, y con las restricciones sanitarias no entraba ni un cliente. Así que tuvo que pedir un crédito de 200.000 euros para mantenerlo abierto cuatro meses más, pero al final tuvo que rendirse y echar el cierre.
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Mientras tanto, Cristina Pedroche le apoya en todo y trata de animarle con su optimismo y su buen humor. La pareja vive en una casa de lujo en La Finca, una de las zonas más exclusivas de Madrid, donde pagan 9.500 euros al mes. Allí cuidan de su hija y disfrutan de los momentos en familia. Aunque las cosas no vayan bien en el trabajo, ellos siguen siendo felices juntos y se quieren con locura. ¿Conseguirán superar esta crisis económica y seguir adelante con sus sueños? Solo el tiempo lo dirá.