Un polémico desplante en ‘First Dates’.
El programa de Cuatro ‘First Dates’ lleva casi ocho años en antena, ofreciendo a los espectadores una ventana a las primeras impresiones, los nervios, las risas y los besos de miles de solteros que buscan el amor. El restaurante que dirige Carlos Sobera ha sido escenario de todo tipo de encuentros, desde los más románticos y exitosos hasta los más desastrosos y fallidos.
Pero lo que ocurrió en el último programa ha superado todos los límites de la educación y el respeto, al protagonizar Álex, un joven de Bilbao, una de las mayores jugarretas de la historia del formato. Todo empezó cuando Sandra, una chica de Madrid de 25 años, entró en el local con la ilusión de encontrar a su media naranja. Según contó, buscaba un chico simpático, culto y divertido, con el que poder compartir su pasión por la música y el cine.
“No me ha parecido guapa”.
El programa le asignó como pareja a Álex, un bilbaíno de 23 años que se dedica al marketing digital. Sin embargo, nada más verla, Álex sintió una gran decepción, ya que no le gustó físicamente su cita: “No me ha parecido guapa”, confesó a la cámara.
A partir de ahí, la cita fue un auténtico despropósito. Álex apenas le dirigió la palabra a Sandra, mostrando una actitud fría, distante y aburrida. Sandra, por su parte, intentó sacarle algún tema de conversación, pero se encontró con monosílabos, silencios y miradas perdidas. Álex explicó que no sentía ninguna conexión con Sandra, y que por eso prefería no hablar: “Yo necesito esa conexión física porque, sino, intento hablar lo mínimo porque no tengo ganas”.
La situación se hizo tan insostenible que Sandra decidió llamar a su madre desde el baño para contarle lo mal que lo estaba pasando. Mientras tanto, Álex aprovechó para escaparse del restaurante, sin avisar a nadie ni despedirse de su cita. Una de las camareras le preguntó si le pasaba algo, y él le respondió que se quería ir porque no había química con Sandra: “Es incómodo porque como ya sabemos que no va a haber nada es como que no hay atracción física. Prefiero irme a casa”.
Los espectadores sentencia al pretendiente más maleducado de la historia del programa.
El programa intentó convencerle de que se quedara o al menos le dijera algo a Sandra, pero él se negó: “A ella no le va a sentar mal que me vaya, nos acabamos de conocer”. Y así, sin más, Álex se marchó, dejando plantada a Sandra y dando uno de los peores espectáculos de ‘First Dates’: “Yo creo que no le importa. Solo hemos hablado diez minutos y no somos personas que hayamos entablado antes una conversación, así que entiendo que no le importará”.
Pero se equivocaba. Sandra se quedó muy afectada al ver que su cita se había ido sin decirle nada. Se sintió humillada, ofendida y engañada. No podía creer que alguien fuera capaz de hacerle algo así: “Nunca me han dejado tirada en una cita. Puede salir bien o mal, pero nunca me han dejado tirada. Creo que eso no se debe hacer”.
Aunque sabía que no había feeling con Álex, esperaba que al menos fuera educado y maduro: “Pensé que por lo menos se quedaría. Me he sentido bastante helada la principio y luego bastante humillada. No me esperaba que me abandonara de esta manera, me esperaba algo más de madurez. Me ha parecido una cerdada enorme que me haya abandonado de esta manera”. Así, Sandra tuvo que salir del restaurante sola, con la tristeza y la rabia de haber vivido una de las peores citas de su vida.