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Un niño americano prueba por primera vez las croquetas en Cádiz, y su relato se vuelve viral

¿Qué tienen las croquetas que nos gustan tanto?

Lograr conseguir la receta perfecta de una croqueta puede parecer un trabajo arduo, sin embargo, el resultado final es uno que sin duda merece la pena. Para alcanzar el auténtico sabor de una croqueta bien hecha, es necesario conseguir un equilibrio entre la cremosidad de su contenido, una consistencia adecuada, un rebozado perfecto y una fritura de calidad.

Esto sin duda es un homenaje a uno de los platos más presentes en la cocina española, aunque esto no quiere decir que sus raíces sean totalmente hispanas. Lograr el sabor perfecto de una croqueta es una tarea que requiere mucho empeño, pero el resultado sin duda compensa el esfuerzo realizado.

Un niño americano probó por primera vez las croquetas en Cádiz.

Alex Brady, es un niño de 9 años de Estados Unidos, Alex junto a su familia, vinieron de vacaciones a España, concretamente al Puerto de Santamaría (Cádiz). Los Brady disfrutaron del paisaje y la gastronomía de la Cádiz, cuando el pequeño Alex probó por primera vez las croquetas.

Una noche los Brady decidieron entrar a un restaurante de la ciudad gaditana para cenar, ahí fue cuando Álex se enamoró de un plato típico del restaurante: las croquetas.

Le gustó tanto el plato que Alex pidió entrar en la cocina del propio restaurante para que le explicaran con detalle el secreto de las croquetas. Allí se sacó fotografías junto con sus padres y el personal del restaurante, pero lo mejor de la historia es que el niño escribió una carta a todos sus compañeros de clase para explicarles de esta forma lo que era una croqueta.

“Mi alimento favorito son las croquetas, una comida típica española, rellenas de jamón y queso. Y mi lugar favorito para comerlas es Romerijo, en el Puerto de Santa María”, así decía una parte de la carta, el relato llegó a manos del propio restaurante.

La carta ha sido compartida en Twitter por el propio perfil de Romerijito quienes agradecen la simpatía de “este gran fan” por haberse enamorado de las croquetas de Romerijo.