Trágico suceso.
Algunas tragedias son particularmente impactantes. Los fallecimientos por causas naturales, como la avanzada edad del finado, son más fáciles de racionalizar. Sin embargo, hay casos en los que el drama se acentúa por factores como la muerte de una persona tan querida como Javier Jiménez.
El conocido chef canario, afincado desde hace años en Mallorca por motivos laborales, ha muerto el pasado 6 de diciembre tras sufrir un ataque de epilepsia cuando estaba practicando senderismo con un conocido en la zona montañosa mallorquina de Esporles. Javier y su amigo, quedaron el 19 de diciembre a hacer algo de deporte al aire libre en dicha zona, cuando en un momento dado, y de forma repentina, el joven cocinero comenzó a sentirse mal y sufrió un ataque epiléptico.
Nacido en La Orotava, Javier se encontraba trabajando en Mallorca estudió cocina en la sede de Santa Cruz de Tenerife de Hoteles Escuela de Canarias. En 2017 fue elegido entre los finalistas del I Campeonato Nacional de Jóvenes Promesas de la Cocina Española, celebrado en Mallorca. Acabaría consiguiendo el segundo puesto.
Después de una breve estancia en Mallorca para hacer prácticas, Javier regresó a Tenerife para completar sus estudios. Fue en aquel momento cuando se unió al equipo del restaurante La Casona de Pau Bermejo, en La Laguna, que posteriormente le fichó para La Séptima, en El Corte Inglés de Santa Cruz de Tenerife.
Dos años después se convirtió en el cocinero del restaurante japonés Izakaka, en La Orotava, y luego al Gyotaku, en Puerto de la Cruz. En 2019 empieza a trabajar en Ponderosa Beach, un restaurante frente al mar de Mallorca especializado en arroces.
Un rescate difícil.
A primera hora de la tarde de ese día, la Guardia Civil recibió la llamada del aviso y acudió al rescate con un grupo de intervención de montaña en helicóptero, debido a las graves convulsiones que empezó a sufrir, encontrando mucha dificultad para llegar al estar en una zona de muy difícil acceso.
Una vez que pudieron aterrizar y tras comprobar los sanitarios el estado de Javier, quien estaba sufriendo convulsiones y rigidez en las extremidades, le trasladaron urgentemente hasta el Hospital de Son Espases, en Mallorca.
El joven fue ingresado en el centro hospitalario, donde varios días más tarde, casi tres semanas, ha acabado falleciendo al no poder superar la gravedad del estado de salud en el que se encontraba. El fallecimiento del chef del restaurante Ponderosa Beach, situado en la playa mallorquina de Muro, ha causado gran conmoción y tristeza en todo el sector hostelero de Baleares, donde era un profesional muy valorado y querido.