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Lo que hizo salvó muchas vidas: Julián, el conserje del edificio de Valencia, se convierte en héroe inesperado del incendio

Tragedia en Valencia: Incendio en Campanar.

Un edificio residencial de dos torres situado en el barrio de Campanar de Valencia ha sido pasto de las llamas esta tarde, provocando una situación de máxima tensión entre los vecinos y los servicios de emergencia. El incendio, cuyo origen se desconoce, ha comenzado alrededor de las 17:30 horas y ha obligado a evacuar a la mayoría de los residentes, que han podido salir a tiempo.

Sin embargo, dos personas han quedado atrapadas en la sexta planta, donde el fuego era más intenso y el humo les impedía respirar. Afortunadamente, no se han registrado víctimas mortales, aunque los expertos advierten que el edificio corre el riesgo de derrumbarse.

Actos de valentía en momentos críticos.

La solidaridad y el coraje se hicieron presentes en medio del desastre. Muchos vecinos lograron escapar de las llamas, en gran parte gracias a la ayuda desinteresada de otros. Manu Marlasca, en el programa ‘TardeAR’, destacaba la valentía de algunos héroes anónimos de esta tragedia.

Uno de ellos, Julián, el conserje de uno de los edificios, quien jugó un papel crucial al evacuar a sus vecinos, yendo de puerta en puerta para asegurarse de que todos salieran a salvo. Gracias a su rápida actuación, muchos deben su vida a Julián.

El dramático rescate de los últimos supervivientes.

Los bomberos han tenido que emplearse a fondo para salvar la vida de un hombre y una mujer que se habían refugiado en el balcón de su vivienda, rodeados por el fuego y sin posibilidad de escapar. Durante casi dos horas, han vivido momentos de pánico y desesperación, mientras los bomberos intentaban acercarse a ellos con una escalerilla. La única forma de protegerles era rociarles con agua y alejar las llamas de su alcance.

Cuando la noche caía y el humo se hacía más denso, los bomberos han logrado romper el cristal del balcón con la manivela del toldo, que han usado como ariete. Así, han podido hacer un hueco para que los supervivientes saltaran a la cesta de la escalerilla.

Primero ha sido la mujer, que ha suplicado al bombero que se acercara, y luego el hombre. Ambos han sido recibidos con aplausos desde la calle, donde les esperaban los sanitarios para atenderles. El bombero que les ha rescatado no se ha separado de ellos hasta que han llegado al suelo.