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“No ha podido con todo la quimioterapia”: El drama se apodera de ‘Pasapalabra’ en su peor momento

‘Pasapalabra’ no deja de sorprender a los espectadores.

Un programa de televisión es mucho más que un simple espacio para entretener. En el caso de ‘Pasapalabra’, este formato se ha convertido en una auténtica institución de la televisión española, llegando a cumplir más de 20 años en antena. A lo largo de tantos años, el programa ha pasado por todo tipo de situaciones, y los sucesivos presentadores han compartido con concursantes e invitados momentos de gran alegría… y también algún que otro drama personal.

La historia de ‘Pasapalabra’ se remonta al año 2000, cuando el programa debutó en Antena 3 con Silvia Jato como presentadora. Durante los primeros años, el concurso se convirtió en un auténtico fenómeno de audiencia, gracias en gran parte a la habilidad de los concursantes para resolver los complicados acertijos que se les planteaban en el famoso “Rosco”.

Sin embargo, en 2006, el programa empezó a experimentar una bajada de audiencia y la marcha de la presentadora a otra cadena agravó aún más la situación. Jaime Cantizano fue elegido para sustituirla como presentador, pero tampoco logró recuperar los índices de audiencia. Antena 3 decidió finalmente cancelar el programa en 2008, después de seis años de emisión. Pero la historia de Pasapalabra no había llegado a su fin todavía.

Telecinco decidió rescatar el formato tan solo un año después, y Christian Gálvez se convirtió en el tercer presentador oficial del programa. Bajo su batuta, ‘Pasapalabra’ experimentó una auténtica revolución, gracias a la estrategia de emitir el programa de lunes a domingo y a una renovación completa del formato.

El éxito de la nueva versión de ‘Pasapalabra’ fue tal que el programa se convirtió en el buque insignia de Telecinco, ganando incluso el Premio Especial del Jurado en los Ondas en 2010. Pero la felicidad no duró mucho, ya que en 2019 la justicia dio la razón a la productora británica ITV, propietaria del formato, en una larga batalla legal por los derechos de El Rosco y del propio nombre del concurso. Telecinco tuvo que retirar el programa de su parrilla inmediatamente, y Antena 3 aprovechó la oportunidad para recuperarlo en 2020.

El regreso de ‘Pasapalabra’ a Antena 3 fue todo un éxito, gracias en parte al fichaje de Roberto Leal como presentador y al carisma de algunos de sus concursantes, como el tinerfeño Pablo Díaz. De hecho, la audiencia del programa fue creciendo semana tras semana, alcanzando su mejor dato histórico con casi 5 millones de espectadores pendientes del concurso.

La celebración del 20 aniversario de ‘Pasapalabra’ en Antena 3 es una muestra más de la relevancia que sigue teniendo este formato en la televisión española. En una época en la que los realities y los programas de telerrealidad dominan la parrilla, este concurso demuestra que todavía hay espacio para el entretenimiento inteligente y bien hecho. El éxito de ‘Pasapalabra’ es una prueba más de que el público no solo busca espectáculo, sino también calidad y buen hacer en la televisión. Pero eso no significa que no haya tenido momentos duros a lo largo de su historia.

Moises, en apuros en ‘Pasapalabra’.

El concursante riojano, que lleva más de 100 programas en el famoso concurso de Antena 3, ha vivido una de sus semanas más difíciles, en las que ha estado a punto de perder su plaza varias veces. Su rival, Óscar, le ha puesto las cosas muy complicadas y le ha obligado a jugarse el todo por el todo en el Rosco final.

Moisés, que acumula un bote de más de 1,5 millones de euros, ha tenido que enfrentarse a la temida Silla Azul en varias ocasiones, lo que ha puesto en riesgo su continuidad en el programa. El pasado martes, logró salvarse por los pelos al empatar con Óscar en el último segundo, lo que le valió algunas críticas por parte de algunos espectadores, que le acusaron de hacer trampas para alargar la emoción y el interés del público.

Sin embargo, el miércoles no tuvo tanta suerte y volvió a caer en la Silla Azul, tras un Rosco de infarto en el que ambos concursantes demostraron un gran nivel. Óscar empezó con ventaja, pero Moisés no se rindió y le adelantó en varias ocasiones, hasta que los dos llegaron al primer intento con 18 aciertos cada uno.

La tensión se palpaba en el plató y en las casas de los televidentes, que seguían con atención el duelo entre los dos aspirantes al bote. Cuando quedaban solo dos palabras por resolver, Óscar iba ganando con 22 aciertos, pero Moisés tenía más tiempo para intentarlo. Los dos se tomaron unos segundos para respirar y bromear: “Estamos aburriendo al personal y no es plan”, dijeron.

Fue entonces cuando Óscar se la jugó y acertó la última palabra, sumando 23 puntos y dejando a Moisés sin opciones. El riojano falló su última definición y se tuvo que conformar con la Silla Azul, un día más.

Uno de los momentos más duros que se han vivido en el concurso de Antena 3.

Pero no todo fue competición y nervios en ‘Pasapalabra’ esta semana. El programa también tuvo un momento para la solidaridad y la concienciación, gracias a la intervención de una de las invitadas, la actriz Cristina Medina, que quiso compartir su experiencia personal con el cáncer.

La actriz, que se hizo famosa por su papel de Nines en ‘La que se avecina’, sorprendió a todos al contar que había superado un cáncer de mama y que estaba preparando un pódcast para ayudar a otras personas que pasan por lo mismo. El pódcast se llama ‘Próxima parada: cáncer’ y pretende dar voz a los pacientes de oncología y mostrar las carencias que existen en el sistema sanitario.

Cristina Medina explicó, con humor y optimismo, que la quimioterapia no había podido con ella y que se encontraba bien de salud. También reclamó más ayudas para los enfermos de cáncer, que muchas veces se sienten abandonados tras el tratamiento: “Te salvan la vida, a quien se la salvan, pero luego es hasta luego, Lucas”, dijo. Y añadió que “hay muchas cosas que se desconocen” sobre esta enfermedad y que su objetivo era “quitarle una mijita de tabú” y hacer que la gente les mirara “más normal, que no estamos muertas, que no nos traten como moribundas”.

Mientras Cristina Medina relataba su testimonio, Óscar, su compañero de equipo, se mostró muy atento y respetuoso, y decidió aplazar su participación en el programa para escucharla. Un gesto que le honró y que demostró que en ‘Pasapalabra’ hay sitio para el entretenimiento, pero también para la solidaridad y la sensibilidad.