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Jorge Rey se pone serio sobre lo que llegará a España en septiembre: «Lo peor…»

Jorge Rey desafía a la AEMET con sus pronósticos.

En el escenario meteorológico español, un nombre que ha ganado popularidad es el de Jorge Rey. Este joven meteorólogo ha capturado la atención del público gracias a la precisión de sus predicciones climáticas. Recientemente, Rey presentó su pronóstico para los meses de agosto, septiembre y octubre de 2024. Sus observaciones indican que estos meses estarán caracterizados por un aumento significativo de lluvias y fluctuaciones notables en las temperaturas. Este pronóstico se contrapone a las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que había previsto un verano extremadamente caluroso.

Jorge Rey es conocido por su método de predicción basado en las cabañuelas y la observación de la naturaleza, una técnica tradicional que ha demostrado ser sorprendentemente efectiva. En su canal de YouTube, @EltiempoconJR, Rey compartió un vídeo detallado donde explica las condiciones climáticas esperadas para el final del verano y el principio del otoño. Además, profundiza en el fenómeno de La Niña, el cual, según sus análisis, tendrá un impacto considerable en el clima de la Península Ibérica, reflejando ya sus efectos durante el invierno en el hemisferio sur.

Durante el mes de agosto, Rey anticipa una primera mitad caracterizada por un aumento de las temperaturas, con «máximas más que veraniegas» debido a la influencia de un anticiclón. No obstante, a medida que el mes avanza, prevé una mayor inestabilidad, especialmente hacia los últimos días de agosto. Jorge Rey señala que durante esta etapa, la mitad norte peninsular y la región del Levante podrían experimentar precipitaciones y vientos significativos. En este punto, el verano español parecería seguir su curso típico, pero Rey destaca una anomalía interesante: la llegada temprana de estorninos a Madrid desde el norte de Europa, buscando refugio. Esto podría ser una señal de que «no queda mucho de verano» y que el invierno se anticipa «largo y frío».

Septiembre: calma antes de la tormenta.

Para el mes de septiembre, Rey prevé una continuación de la inestabilidad de finales de agosto durante los primeros días del mes. Sin embargo, a partir de la segunda semana, se espera una atmósfera más estable con la presencia de un anticiclón. A pesar de esta calma relativa, la segunda quincena podría traer consigo vientos del norte, provocando un descenso de las temperaturas aunque sin llegar a niveles invernales. Es posible que también se produzcan tormentas en la región del Levante, añadiendo un elemento de incertidumbre a este periodo.

En cuanto a octubre, las predicciones de Rey sugieren un inicio caracterizado por condiciones climáticas variables. La llegada de una borrasca desde el norte podría introducir aire frío, marcando una diferencia significativa con el mismo periodo del año anterior. Esta predicción se basa en la observación de comportamientos de aves, como estorninos y grullas, y otros indicadores naturales que apuntan a un adelanto del invierno. Rey utiliza estas señales naturales para ofrecer una perspectiva diferente y tradicional sobre las variaciones climáticas.

La Niña: un factor clave en las predicciones de Jorge Rey.

El fenómeno de La Niña ha sido un elemento crucial en las predicciones de Jorge Rey. Este fenómeno ha causado variaciones importantes en las temperaturas y patrones climáticos en varias regiones del mundo. En el hemisferio sur, por ejemplo, países como Argentina y Chile han experimentado notables nevadas y descensos de temperatura durante su invierno. Las grandes nevadas en algunas zonas han subrayado la influencia de La Niña en el clima global.

En un contexto de creciente incertidumbre climática, las predicciones de Rey proporcionan una perspectiva alternativa que combina tradición y observación empírica. Este enfoque ha captado la atención de aquellos interesados en comprender mejor los fenómenos atmosféricos que afectan su vida diaria. La anticipación de un otoño inestable y la llegada temprana del invierno podrían tener importantes implicaciones para diversas actividades y sectores, desde la agricultura hasta el turismo, obligando a los profesionales a prepararse para enfrentar estos cambios climáticos.