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España de luto: Fallece trágicamente Manuel Ruiz de Lopera, expresidente del Betis

Manuel Ruiz de Lopera, el polémico expresidente del Betis.

El mundo del fútbol español está de luto por la pérdida de una de sus figuras más controvertidas y carismáticas. Manuel Ruiz de Lopera, que presidió el Real Betis Balompié durante 10 años, falleció en su casa de Sevilla a causa de una diverticulitis, según informó su familia. Lopera, que había sido ingresado en enero por la misma dolencia, no pudo superar el último episodio de esta enfermedad intestinal.

Su muerte se conoció pasada la medianoche, cuando varios medios de comunicación, como la Cadena SER y la COPE, dieron la noticia tras confirmarla con un sobrino del exdirigente bético. La noticia causó un gran impacto entre los aficionados al fútbol, especialmente entre los seguidores del Betis, que vivieron con Lopera momentos de gloria y de crisis.

Lopera, un presidente que marcó una época en el Betis.

Lopera llegó al Betis en 1991 como vicepresidente económico, y al año siguiente se convirtió en el máximo accionista del club, al adquirir el 51% de las acciones con su empresa Farusa. Su gestión al frente del club sevillano estuvo llena de luces y sombras, de éxitos y fracasos, de amor y odio.

Bajo su mandato, el Betis logró dos ascensos a Primera División, una Copa del Rey en 2005, y una histórica clasificación para la Liga de Campeones en 2006, siendo el primer club andaluz en disputar la máxima competición europea. Lopera también fue el responsable del fichaje más caro de la historia del fútbol español hasta entonces, el del brasileño Denilson, por el que pagó 30 millones de euros en 1997.

Pero Lopera también protagonizó numerosas polémicas, tanto dentro como fuera del campo. Su personalidad autoritaria, populista y extravagante le granjeó muchos enemigos y críticos. Su gestión económica y administrativa fue cuestionada y denunciada por varios sectores del beticismo, que le acusaron de apropiarse del club con dinero de la propia entidad, de malversar fondos, de evadir impuestos y de cometer delitos societarios.

Lopera, un presidente que acabó en los tribunales.

En 2010, Lopera vendió sus acciones al empresario Luis Oliver, en una operación que también acabó en los juzgados. Años después, tras un largo proceso judicial, Lopera tuvo que renunciar a la mayoría de sus acciones, que fueron puestas a disposición de los pequeños accionistas, en un acuerdo impulsado por los actuales dirigentes del Betis para acabar con la judicialización del club.

Lopera se enfrentó a varios procesos legales por sus irregularidades al frente del Betis, que le llevaron a tener sus acciones embargadas y a ser condenado por el Tribunal Supremo, que confirmó que no pagó la mayor parte de las acciones de Farusa en 1992. Lopera también fue imputado por un nuevo delito societario continuado por la compraventa “simulada” de acciones “para evitar su intervención”, según la jueza Mercedes Alaya.

Lopera, que puso su nombre al estadio y a la ciudad deportiva del Betis, que posteriormente fueron rebautizados como Benito Villamarín y Luis del Sol, respectivamente, se retiró de la vida pública y se recluyó en su casa de la calle Jabugo, donde falleció rodeado de su familia. Su figura, amada y odiada a partes iguales, quedará para siempre en la memoria del fútbol español.