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Fallece con 4 años Marta, la “princesa guerrera” de Gran Canaria que sufría una enfermedad rara única en el mundo

Trágica noticia.

Existen ciertas tragedias en la vida que golpean el corazón con una fuerza inimaginable. El fallecimiento de un ser querido a causa de factores naturales, como la edad avanzada, suele ser un hecho que, aunque doloroso, resulta más fácil de procesar y aceptar. No obstante, cuando la muerte llega tempranamente a alguien que apenas ha comenzado a vivir, el impacto emocional es mucho mayor y resulta difícil encontrar consuelo.

La trágica noticia del fallecimiento de Marta Santana, la pequeña valiente que luchó incansablemente contra una enfermedad rara y única en el mundo, ha conmocionado a la comunidad y dejado una profunda huella en los corazones de aquellos que conocieron su historia.

Con tan sólo cuatro años de vida, Marta perdió su batalla este miércoles en la isla de Gran Canaria, según informó la televisión del archipiélago. Diversos medios de comunicación locales no han dudado en referirse a ella como la “princesa guerrera”, en honor al valor y la fortaleza que demostró hasta el último momento, siempre con una sonrisa en el rostro.

La enfermedad de Marta.

Marta nació el 27 de julio de 2018 en el municipio grancanario de Santa Lucía de Tirajana. Desde sus primeros días de vida, la pequeña enfrentó una enfermedad sin nombre, única en el planeta, provocada por la translocación de los cromosomas 4, 13 y 18. A los tres meses de edad, los médicos le diagnosticaron un síndrome de duplicación y delección que afectaba a los cromosomas 12 y 18. No obstante, la niña también presentaba una “variante de pérdida de la citobanda 4p15”, según explican medios canarios, un hallazgo nunca antes registrado en ningún otro paciente del mundo.

Como consecuencia de su enfermedad, Marta debía permanecer conectada a una bomba de alimentos durante 12 horas al día. Cathasy Sánchez, su madre, incluso tuvo que renunciar a su trabajo para dedicarse por completo al cuidado de su hija y atender sus necesidades especiales, según informa el diario La Provincia. Marta requería atención materna las 24 horas del día, siendo completamente dependiente de su madre.

Mientras tanto, su padre, Aridañy Santana, trabajaba como repartidor de pan. Todos los días, este devoto padre tenía que dejar a su hija a las 3 y media de la madrugada para cumplir con sus responsabilidades laborales, siempre con el temor en su mente de que algo pudiera sucederle a su pequeña mientras él estaba ausente. Esta preocupación constante afectó su salud mental, razón por la cual la Asociación Pequeño Valiente, que ha brindado apoyo a la familia durante todo este tiempo, le proporcionó un psicólogo para ayudarle a enfrentar la difícil situación.

Hoy, la pequeña Marta descansa en paz, dejando un legado de lucha y coraje que ha tocado el corazón de los habitantes de la isla y del municipio de Santa Lucía de Tirajana. Las redes sociales se han inundado de mensajes de condolencias y palabras de aliento para la familia Santana. Entre ellos, uno de los mensajes destacaba que, a pesar de las difíciles circunstancias, “Marta tuvo los mejores padres del mundo”. La comunidad se ha unido en el dolor y la solidaridad, mostrando su apoyo incondicional a los padres de la princesa guerrera.

El fallecimiento de Marta Santana es un recordatorio de lo frágil y preciado que es la vida, así como de la importancia de unirnos en momentos de adversidad y lucha. La historia de esta pequeña valiente ha dejado una huella indeleble en el corazón de quienes la conocieron y de aquellos que, a través de las redes sociales y los medios de comunicación, siguieron su lucha incansable. La memoria de Marta permanecerá siempre viva en aquellos que encontraron inspiración en su coraje y fortaleza.

El periodismo, en este caso, se convierte en una herramienta para dar voz a quienes enfrentan batallas silenciosas y desafíos aparentemente insuperables. La historia de Marta Santana y su familia nos recuerda que la resiliencia y el amor son dos de las fuerzas más poderosas en el mundo, capaces de enfrentar incluso las adversidades más difíciles y demostrar que el espíritu humano es, en última instancia, indomable.

En estos momentos de luto y tristeza, la comunidad de la isla de Gran Canaria y el municipio de Santa Lucía de Tirajana continúan apoyando a la familia Santana, honrando el legado de Marta y llevando en sus corazones el recuerdo de la princesa guerrera que, a pesar de su corta vida, dejó una lección invaluable de valentía y perseverancia.