‘Y ahora Sonsoles’ informa sobre qué ocurrió el día del ingreso de la hija de Anabel: «Según contó David, dio varias vueltas a la niña al cambiarla»

Un caso que sacude a la opinión pública.

Anabel Pantoja es una conocida influencer y colaboradora de televisión, sobrina de Isabel Pantoja y con una amplia trayectoria en los medios. Su pareja, David Rodríguez, ha mantenido un perfil más discreto, alejado de la exposición mediática que rodea a la familia Pantoja. Sin embargo, el nacimiento de su hija Alma los convirtió en protagonistas de una historia que ha dado un giro inesperado.

Después de que la pequeña recibiera el alta hospitalaria con apenas 50 días de vida, una nueva preocupación ha golpeado a la pareja. La alarma se ha encendido debido a una investigación sobre un presunto delito de maltrato infantil, una noticia que ha generado un gran impacto en la opinión pública.

Las dudas sobre las lesiones de Alma.

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha intervenido en el caso con un comunicado oficial. En él, se detalla que la bebé presentaba lesiones y que se está llevando a cabo una investigación para esclarecer su origen. Se trata de una cuestión delicada que ha despertado todo tipo de especulaciones en el ámbito mediático.

El asunto cobró mayor relevancia cuando la pareja acudió a los juzgados para prestar declaración. Informalia ha tenido acceso al documento judicial, en el que se menciona un diagnóstico preocupante: el posible «síndrome del niño zarandeado o síndrome de Shake baby», una condición que en términos médicos se considera una forma de maltrato infantil.

La versión de los padres.

Dentro del mismo documento se recoge el testimonio de Anabel Pantoja y David Rodríguez. Según relatan, ambos habían salido a realizar unas compras junto a la bebé cuando ocurrió el incidente. David, al quedarse en el coche con la pequeña, trató de calmar su llanto cambiándole el pañal.

Sin embargo, en el proceso cometió un error y tuvo que repetir la operación en dos ocasiones, realizando movimientos que ahora están bajo la lupa de los investigadores. La situación sigue en manos de la justicia, y mientras tanto, la polémica no deja de crecer. La opinión pública está dividida, y el caso ha despertado un gran debate sobre la presión mediática y los juicios precipitados en redes sociales.

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