Unos pasajeros dejan esto de «regalito» en el avión, y todo el mundo se ha quedado a cuadros

Cuando volar se convierte en una pesadilla.

Los viajes en avión, en teoría, deberían ser una experiencia relativamente cómoda y hasta placentera, pero la realidad puede ser bastante distinta. Cada vez más pasajeros se encuentran con situaciones que rozan lo surrealista debido a la falta de civismo de algunos de sus compañeros de vuelo.

Las anécdotas se multiplican: desde quienes estiran sus piernas y colocan los pies en los reposabrazos de los asientos delanteros, hasta aquellos que deciden escuchar música a todo volumen sin auriculares, o se dedican a hablar a gritos sin tener en cuenta a quienes los rodean. Y eso sin mencionar las conductas más desagradables, esas que dejan a cualquiera sin palabras.

Entre este último tipo de comportamientos se incluye lo que vivió recientemente la usuaria de la red social X, conocida como @NatyNatyFerro. Su publicación no tardó en hacerse viral, desatando una ola de indignación y asombro entre los internautas. La situación que describió y documentó con una imagen no es para menos, y ha generado un amplio debate sobre los límites de la convivencia en espacios tan reducidos como el interior de un avión.

La imagen que generó indignación.

“Me niego a creer que haya gente a la que esto le parezca normal”, escribió @NatyNatyFerro junto a una fotografía que rápidamente comenzó a circular en redes sociales. En la imagen, se puede ver en el suelo del avión, entre los asientos, un pañal usado y tirado sin ningún tipo de consideración por el entorno. Este simple pero impactante gesto de desprecio por los demás pasajeros encapsula lo peor de los comportamientos incívicos que se han vuelto tristemente comunes en algunos vuelos.

La usuaria no se quedó ahí, y en un segundo mensaje explicó su postura con mayor detalle: “A ver, yo como pasajera no suelo dejar nada de basura porque a mí me educaron así, pero no pido tanto. Solo un mínimo de civilización. La va en el , no en el suelo alrededor de la gente”. Su comentario resuena con la frustración de quienes, al igual que ella, solo buscan un mínimo de respeto en espacios compartidos, especialmente en uno donde las condiciones ya pueden ser incómodas de por sí.

Lo más sorprendente es que la publicación de @NatyNatyFerro no es un caso aislado. En los comentarios a su mensaje, otros usuarios han compartido experiencias igual de perturbadoras, o incluso peores. Un ejemplo que destaca es el de una persona que relató una escena ocurrida en una terraza de cafetería en pleno desayuno: “Hace unos días, en la terraza de una cafetería, hora de desayunos, pareja con dos niños, cambiaron el pañal de uno de ellos allí mismo, de pie, junto a la mesa… el olor y la visión de la plasta del crío… en fin, sin comentarios”. Este testimonio pone en evidencia que el problema de la falta de civismo no se limita solo a los aviones, sino que es un reflejo de una tendencia más amplia y preocupante.

Estos relatos nos llevan a cuestionar el estado actual de nuestra convivencia en espacios públicos, donde el respeto por los demás parece, en ocasiones, una virtud en peligro de extinción. Lo que debería ser una simple norma de cortesía se está convirtiendo en algo extraordinario, y situaciones como estas, que deberían ser excepcionales, se están volviendo tristemente comunes.

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