Una soltera de First Dates riñe a su cita por un comentario homófobo a un cantante famoso

Pepe e Inmaculada, una cita sin chispa en ‘First Dates’

El programa de Cuatro ‘First Dates’ nos presentó este martes 7 de noviembre a Pepe e Inmaculada, dos solteros que buscaban el amor a sus 70 y 66 años respectivamente. Pepe llegó desde Elche con mucha confianza en sí mismo y dispuesto a conquistar a su cita con sus halagos y su pasión por el baile. Inmaculada, por su parte, se mostró más tímida y reservada, pero también con ganas de encontrar a alguien con quien compartir su vida.

Sin embargo, pronto se hizo evidente que entre ellos no había mucha química ni afinidad. Aunque ambos se elogiaron por su aspecto físico, también encontraron varios puntos de desencuentro que hicieron que la velada no fuera tan fluida como esperaban.

Las mascotas y el baile, motivos de discordia

Uno de los temas que generó más tensión fue el de las mascotas. Inmaculada tiene dos gatos en casa, a los que quiere mucho y considera parte de su familia. Pepe, en cambio, no es amante de los animales y cree que causan mal olor y alergias. Además, le confesó a su cita que le gustaría que fuera más rellenita, ya que él prefiere a las mujeres con curvas.

Otro aspecto que los separó fue el del baile. Pepe se considera un experto bailarín y le encanta moverse al ritmo de la música. Inmaculada, por el contrario, no se siente cómoda bailando y prefiere escuchar la música desde el sofá.

La mayor polémica llegó con… Camilo Sesto

Lo único que los unió en este sentido fue su admiración por Camilo Sesto, su cantante favorito. No obstante, Pepe volvió a meter la pata al hacer un comentario homófobo sobre el artista, que Inmaculada le recriminó: “Camilo Sesto tiene una voz preciosa, hombre. A mi me encanta mucho. Era muy maricón…”, decía Pepe a su cita.

Una palabra que no gustaba nada a la soltera que no dudaba en reprenderle: “No digas maricón, está feo. Se dice gay”. Era entonces cuando el comensal intentaba excusarse diciendo que “eso es inglés. En otra época se hablaba así. Yo tengo 72 años y para mí “gay” es moderno”. «Pues yo tengo 66», respondía Inmaculada.

Un final sin beso ni segunda cita

A pesar de las diferencias, los dos solteros coincidieron en que se lo habían pasado bien y que habían disfrutado de la compañía del otro. Inmaculada, incluso, se mostró dispuesta a tener una segunda cita con Pepe, ya que le pareció un hombre simpático y divertido. Pepe, sin embargo, no quiso seguir adelante con la relación, ya que no se sintió atraído físicamente por Inmaculada. Le dijo que era una mujer muy bonita y agradable, pero que no le había llenado. Así pues, la cita terminó sin beso ni abrazo, solo con un apretón de manos y un adiós.

Salir de la versión móvil