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Un soltero queda intrigado con el escote de su exuberante cita en First Dates: “¿Y no se te cae?”

Una Entrada Triunfal

Carlos Sobera no pudo contener su asombro ante la llegada de Esmeralda a First Dates, expresando con entusiasmo: “¡Qué forma de entrar tan elegante, tan apabullante, tan exuberante!”. La presencia de Esmeralda irradiaba una confianza inquebrantable, reflejada en su declaración: “Me duermo con mi pintalabios y me levanto con mi pintalabios, es algo propio. No me gusta vestirme mal”. También reconoció al presentador que “es importante cuidarse, ya que si te descuidas en el físico, también lo haces por dentro, estás mal por dentro, te descuidas por fuera. Hay que ser equitativo”.

“Me gustaría que mi cita fuera un chico con inteligencia emocional, empatía, respetuoso y leal, que respete mis límites, porque he estado con hombres machistas, obsesionados, celosos… que me trataban como un premio y eso, lo detesto”, dejando muy claros sus gustos desde un principio sobre lo que buscaba en un hombre.

Allí se encontró con David, un hombre cuya pasión por la filosofía estoica y la psicología cognitiva le brinda una tranquilidad envidiable: “Pocas cosas me afectan demasiado y me considero una persona serena, con paz”. Quien admitió, después de conocer a Esmeralda, que “la he mirado un poco el pecho porque es una mujer exuberante, que se cuida y muy espectacular”.

Cena entre confidencias

Durante la cena la pareja hablaron de antiguas relaciones y aficiones, y Esmeralda reveló a su cita sus gustos más íntimos y sus ‘red flags’ en los hombres: “Machistas, narcisistas, manipuladores, papitis, mamitis, hijitis, dependientes de decisiones, que no respeten límites, espacios…”.

También tuvieron tiempo para dialogar sobre sexo: “Primero viene el coqueteo, luego la seducción y luego viene, el meter mano”, comentó el toledano. Entre risas y complicidad terminaron bailando bachata en el reservado y debatiendo sobre la importancia de los preliminares: “Primero viene el coqueteo, luego la seducción y luego viene, el meter mano”.

Duda resuelta y final esperado

A la hora de abonar la cena, la conversación entre ambos se desvió hacia el escote de Esmeralda, cuando mientras ella se lo colocaba, su cita le preguntó intrigado: “¿No se te cae?”. A lo que ella le aseguraba, con una sonrisa confiada, que se encontraba ‘bien sujeto’.

En el momento de la esperada ‘decisión final’, el toledano manifestó su deseo de tener una segunda cita con su acompañante: “Me gusta mucho en el apartado físico y también tenemos temas en común”. Mientras que Esmeralda, por su parte, coincidió con él admitiendo que también le gustaría volver a quedar con David, reconociendo que le había encantado la cita.