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Si ves estos números, cuelga de inmediato: la advertencia de la Guardia Civil

El peligro detrás de un timbre perdido.

La Guardia Civil ha emitido un contundente aviso a la población española: hay ciertos números de teléfono a los que jamás se debe devolver la llamada. Este tipo de fraudes, lejos de ser anecdóticos, están proliferando con rapidez y afectan ya a miles de personas. Lo más alarmante es que no siempre somos conscientes de lo que está ocurriendo, y muchas veces caemos en la trampa sin apenas darnos cuenta. El teléfono, esa herramienta que usamos a diario y en la que confiamos, puede convertirse en el vehículo de una estafa silenciosa pero efectiva.

A medida que evolucionan las tecnologías de comunicación, también lo hacen las estrategias de quienes buscan aprovecharse de los usuarios menos prevenidos. En este contexto, los ciberdelincuentes encuentran en el teléfono móvil una vía directa y altamente rentable para ejecutar sus engaños. Por eso, las autoridades insisten en la necesidad de estar alerta y prestar atención a determinadas señales que podrían parecer inofensivas a simple vista. Devolver una llamada perdida, por ejemplo, podría tener consecuencias económicas importantes, incluso si no llegamos a mantener una conversación.

“Son un problema contra el que podemos luchar y lo haremos de tal forma que quizás hasta el momento no habíamos tenido en cuenta”. Con estas palabras, la Guardia Civil plantea una nueva estrategia basada en la información y la prevención. Porque, si bien no se puede frenar la emisión de estas llamadas fraudulentas, sí es posible reducir drásticamente su efectividad si los ciudadanos están informados. En este nuevo escenario, la conciencia colectiva se convierte en la mejor arma.

Ciberestafas telefónicas que parecen inofensivas.

El teléfono móvil, que antaño representaba una extensión de nuestra vida social y profesional, ahora también se ha transformado en una puerta de entrada para el fraude. Las llamadas desconocidas, sobre todo aquellas que provienen del extranjero, pueden esconder peligros que van más allá de la simple molestia. Especialistas en ciberseguridad han comenzado a levantar la voz para advertir sobre los riesgos reales de contestar o devolver una llamada que no identificamos. En algunos casos, esa acción aparentemente inocente puede derivar en cargos excesivos o en la recopilación de nuestros datos personales.

La sensación de inseguridad crece entre la población ante este tipo de estafas, especialmente porque afectan a todos los perfiles: jóvenes, mayores, usuarios experimentados o personas con escasos conocimientos tecnológicos. Los expertos insisten en la importancia de tener presente que el teléfono ya no es solo un canal de comunicación, sino también un posible escenario de ataque. Hay que aprender a leer las señales, a desconfiar con sentido común y a no responder automáticamente cuando vemos un número desconocido en pantalla.

“Hay llamadas que pueden ser las que nos acompañen en estos momentos, con ciertas novedades que pueden acabar siendo las que marquen estas jornadas que hasta la fecha no habíamos ni tenido en consideración”. Así se expresa una fuente cercana a la investigación policial, que resalta cómo este tipo de prácticas fraudulentas está en pleno auge. Y no es para menos: cada día se detectan más intentos de fraude telefónico que aprovechan el desconocimiento general y la confianza de los usuarios.

Wangiri, el fraude que espera tu curiosidad.

Uno de los timos más comunes en la actualidad es conocido como la estafa de la llamada perdida, o “Wangiri”, término japonés que significa literalmente “llamar y colgar”. La mecánica es simple, pero efectiva: los delincuentes hacen sonar tu teléfono desde un número internacional y cuelgan antes de que puedas contestar. Lo que buscan es que, movido por la curiosidad, devuelvas la llamada. El truco está en que ese número tiene una tarificación especial y el coste recae sobre ti.

La empresa de telecomunicaciones Digi, en su blog oficial, detalla el modus operandi: “En este tipo de fraude, los estafadores realizan una llamada desde un número internacional desde un sistema automatizado y cuelgan antes de que tengas oportunidad de contestar. Si sientes curiosidad y la devuelves para averiguar quién ha sido o el motivo de la llamada, esto tiene un coste muy alto que se verá reflejado en tu factura telefónica”. La advertencia es clara y directa: no piques el anzuelo.

Además de Wangiri, existen otras variantes del mismo tipo de engaño que buscan camuflarse bajo números que parecen familiares o locales. Algunos incluso imitan los primeros dígitos de teléfonos reales con pequeñas variaciones que pasan desapercibidas. Es común que estos fraudes utilicen prefijos de países como Sri Lanka, Costa de Marfil o India, lo cual puede despertar aún más la curiosidad en quien recibe la llamada. Y eso es, precisamente, lo que buscan.

Pequeñas decisiones, grandes consecuencias.

Los números de tarificación adicional son los grandes aliados de los timadores. Estas llamadas no suelen estar incluidas en los paquetes de tarifas ilimitadas, por lo que cada segundo que pasas al teléfono supone un gasto desproporcionado. Y lo más grave es que, al tratarse de un sistema automatizado, la llamada puede conectarte a grabaciones que solo están diseñadas para prolongarse lo máximo posible y generar ingresos para los estafadores. La víctima, en muchas ocasiones, no se da cuenta del problema hasta que recibe su factura.

En otros casos, los números están registrados en países remotos y con prefijos poco comunes. La combinación de estos elementos —internacionalidad, tarificación premium y anonimato— convierte a este tipo de fraude en una amenaza constante. No hay distinción: cualquier persona con un teléfono móvil puede ser blanco potencial. Por eso, los expertos insisten en reforzar nuestras rutinas de seguridad personal y en no subestimar una simple llamada perdida.

“El número de casos va aumentando en España y no es casualidad”. La Guardia Civil, respaldada por análisis de compañías tecnológicas, alerta de que la tendencia ascendente en este tipo de delitos se debe a lo rentable que resulta para los delincuentes. La falta de denuncia y el bajo conocimiento social sobre el funcionamiento de estos fraudes hacen que continúen operando con impunidad. Pero no todo está perdido: con información y herramientas adecuadas, los usuarios pueden aprender a protegerse.

Claves para no caer en la trampa.

La primera regla de oro es sencilla pero eficaz: nunca devuelvas llamadas de números que no conoces, especialmente si tienen prefijos internacionales. Si tienes dudas, lo mejor es buscar el número en internet. Existen múltiples plataformas y foros donde los usuarios reportan casos de fraude o comportamiento sospechoso. A veces, un simple vistazo puede evitar un disgusto.

Otra recomendación fundamental es familiarizarse con los prefijos de los distintos países. No se trata de memorizar todos los códigos del mundo, sino de tener una idea general de cuáles son los más comunes y cuáles deberían generar sospechas. Existen listas actualizadas fácilmente accesibles en línea que pueden ayudarte a detectar un posible fraude antes de que caigas en la trampa.

Finalmente, muchas aplicaciones móviles están diseñadas para proteger al usuario ante este tipo de amenazas. Herramientas como Truecaller o Hiya permiten identificar llamadas sospechosas e incluso bloquear automáticamente números conocidos por estar vinculados a estafas. Son pequeñas medidas que, aplicadas de forma constante, pueden marcar la diferencia entre una factura inflada y una experiencia telefónica segura.