Se ha hecho viral en la actualidad un vídeo en redes sociales de un impactante crimen, que sucedió en el año 1984, y que dejó una de las secuencias más duras y sorprendentes captadas nunca por cámaras de televisión en directo. En la imágenes se ve como un hombre asesina de un disparo en la cabeza al violador de su hijo de 11 años en medio de un aeropuerto.
Los hechos ocurrieron el 16 de marzo de 1984 en el aeropuerto Baton Rouge, en el Estado de Louisiana (Estados Unidos), donde Leon Gary Plauché acabó con la vida de Jeff Doucet de un disparo y delante de las cámaras. El hombre que había secuestrado y abusado sexualmente de su hijo.
Jody, era un niño de 11 años que hacía karate con su profesor de 25 años, Jeffrey Doucet, cuando un día tras las clases secuestró al menor, lo llevó a un hotel en California y le agredió sexualmente. Tras una semana de su desaparición, el menor pudo llamar por teléfono a su madre, lo que permitió que la policía lo rescatara y detuviera a su abusador.
El detenido llegó dos semanas después al Aeropuerto Metropolitano de Baton Rouge, en California, para llevarle a ser juzgado. No obstante, mientras caminaba tranquilo escoltado por agentes policiales, y mientras era grabado por las cámaras de televisión, Gary Plauche, padre de Jody, quien se encontraba esperando al abusador en una zona de cabinas telefónicas, aparece por detrás y decide tomarse la justicia por su mano asestando un disparo en la cabeza al violador con un arma de fuego que mató a Doucet en el momento.
El 16 de marzo de 1984, Leon Gary Plauché mató a Jeff Doucet en el aeropuerto Baton Rouge, Louisiana, pero no sería un asesinato común y corriente. Doucet había secuestrado y violado al hijo de 11 años de Plauché, el asesinato fue captado por cámaras de TV.
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— CrónicaPolicial (@CronicaPolicial) December 11, 2021
Tras realizar el disparo y acabar con la vida del arrestado, los policías le detuvieron, le desarmaron y al reconocerle le preguntaron: “¿Por qué Gary? ¿Por qué?”, frase que se acabó haciendo muy recordada por entonces y que, tiempo después, se acabó convirtiendo en el título del libro que Jody Plauche publicó para contar su versión de lo sucedido.
El caso fue muy mediático en Estados Unidos, hace casi 40 años, y más después de haber sido emitido por todas las televisiones del país. A pesar de que Pauché asesinó a Doucet, con pruebas irrefutables, acabó recibiendo por ello una sentencia de siete años en suspensión, una libertad condicional de cinco años y 300 horas de servicio comunitario por su crimen. No recibiendo sentencia de prisión, tan solo pasó el primer fin de semana en la cárcel.
La condena tan suave que finalmente recibió el progenitor, se explica que obedeció a las presiones populares de que recibió el Gobierno y el Tribunal al respecto, por parte de la mayoría de la sociedad, que en esa época entendió que la forma de actuar de Gary fue ‘comprensible’ tras lo que la víctima hizo a su hijo menor, y al que se le consideró como un ‘héroe’.
Al preguntarle tiempo después al autor del disparo sobre si estaba arrepentido de haber asesinado a Jeffrey Doucet, él siempre defendió que no. En el año 2014, Gary falleció debido a un problema cardíaco.