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Sale a la luz la verdadera causa de la muerte de Javier Márquez

Trágico suceso.

En la tranquila localidad de Santo Domingo de la Calzada, donde las calles aún conservan el eco de los pasos de los peregrinos, la desaparición y posterior hallazgo del cuerpo sin vida de Javier Márquez, un joven de 20 años, ha dejado una huella imborrable de tristeza y desolación. La noticia de su muerte ha sacudido los cimientos de esta comunidad, que durante 19 días mantuvo la esperanza de encontrar a Javier con vida, tras su desaparición en la vecina ciudad de Logroño.

El alcalde de Santo Domingo de la Calzada, Raúl Riaño García, se ha convertido en un pilar de fortaleza para la familia de Javier, ofreciendo un apoyo inquebrantable desde el momento en que se perdió la pista del joven. Con la confirmación de la peor de las noticias, el alcalde ha querido rendir un sentido homenaje a través de las redes sociales: “No muere quien no se olvida. Siempre estarás en nuestros corazones Javi”. La conmoción ha llevado a la suspensión de todas las actividades previstas en el municipio para el día siguiente, y se ha anunciado que “habrá cinco minutos de silencio en la Plaza de España en su honor”, en un gesto de respeto y recuerdo hacia Javier.

Por su parte, Joaquín Amills, presidente de la asociación SOS Desaparecidos, ha compartido con Informativos Telecinco su profundo pesar por el desenlace del caso: “Son momentos muy difíciles y tristes, pero sobre todo para la familia. Queremos mostrar nuestras condolencias a familiares y amigos y también dar todo nuestro reconocimiento al trabajo de Policía Nacional, de Protección Civil y de todos los voluntarios que día tras día han estado buscando a Javier. Es un triste desenlace”.

“Le hemos buscado. Te sientes impotente”.

La tragedia ha resonado más allá de los límites de Santo Domingo de la Calzada, llegando a los corazones de los habitantes de Logroño. Maialen Larrinaga, corresponsal de este medio, ha recogido el sentir de la comunidad. Un padre, reflejando la empatía de un pueblo unido en el dolor, expresó: “Yo tengo un hijo de la misma edad y nunca te imaginas estos desenlaces. Es una pena que de una noche de fiesta salga esto”.

Una madre, con la voz quebrada por la emoción, añadió: “Soy madre de jóvenes similares y todos teníamos esperanza. Le hemos buscado. Te sientes impotente. La incertidumbre era lo que más me afectaba. Ahora toca procesar”. Las palabras de consuelo y resignación se entrelazan en el aire, mientras otro vecino concluye: “Es una desgracia, pero por lo menos la familia descansará. Una pena, un chaval tan joven… Es muy triste, pero llega un descanso al haber podido encontrar el cuerpo”.

El desenlace de esta historia se ha escrito en las aguas del río Ebro, cerca del parque de La Ribera de Logroño, en las proximidades del Riojafórum y las cuevas del monte Cantabria. Fue allí, alrededor de las 13:45 horas, donde el cuerpo de Javier fue avistado por primera vez, gracias a la bajada del caudal del río que facilitó la búsqueda. Un miembro del equipo de bomberos voluntarios, que incansablemente peinó la zona durante días, fue quien dio con el hallazgo. La Policía Nacional se movilizó rápidamente al lugar para proceder con el levantamiento del cuerpo, mientras que la autopsia se realizará en breve. Amigos y familiares, abrumados por la pena, se congregaron en el sitio, formando un círculo de duelo y apoyo mutuo.

Javier Márquez Villaverde, cuyas raíces se hunden en la tierra de Santo Domingo de la Calzada y que había echado raíces en Zaragoza para cursar sus estudios universitarios y dedicarse al judo, vio truncada su prometedora trayectoria una fatídica madrugada del 1 al 2 de marzo. Tras compartir una noche de celebración con sus amigos, se despidió de ellos con la intención de descansar en la casa de su hermana. La última vez que se le vio con vida fue en las inmediaciones de una discoteca cercana al río Ebro.

Las autoridades desplegaron un operativo de búsqueda desde el primer momento, considerando todas las posibles circunstancias hasta llegar a la dolorosa conclusión de que Javier pudo haber caído al río. Aunque el caso sigue abierto y la investigación continúa, la comunidad se aferra al recuerdo de Javier, prometiendo que su memoria perdurará en el tiempo.