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Rocío Carrasco, humillada por Kiko Matamoros en los tribunales

Varapalo para la excolaboradora de Telecinco.

Rocío Carrasco se lleva otro chasco. Su guerra judicial contra Kiko Matamoros ha terminado con un triunfo rotundo para el colaborador de televisión, que lleva enfrentado a ella desde hace años, desde el 2019 para ser exactos. Fue en esa fecha cuando, una tarde de septiembre, el tertuliano soltó unas cuantas perlas sobre la vida de Rocío en el programa ‘Viva la vida’. La hija de Rocío Jurado se puso tan furiosa al oírle, que no dudó en demandarle por “vulneración de los derechos fundamentales al honor e intimidad personal y familiar”. Y encima, le pidió una indemnización por daño moral.

Pero a principios de 2022, Kiko Matamoros se enteró en directo de que la Audiencia Provincial de Madrid le había dado la razón en la demanda que Rocío Carrasco le había puesto. Y eso no fue todo. Hace unos días, el Tribunal Supremo también le dio la espalda a Rocío y rechazó el último recurso que la mujer de Fidel Albiac había presentado después de perder la primera querella. Así que la justicia ha hablado claro y ha vuelto a ponerse del lado de Kiko Matamoros.

Dan la razón al tertuliano.

¿Y qué fue lo que dijo Matamoros que enfadó tanto a Rocío? Pues nada más y nada menos que su hijo: «Me dice la enfermera que ya van dos veces que cuando tenía la custodia Rocío Carrasco al niño no le llevaban al neurólogo», según lo que estaba escrito en la sentencia de la sección número 9 de la Audiencia Provincial de Madrid, que publicó el diario La Razón. Pero Rocío no se quedó callada y demandó tanto al colaborador televisivo como a Conecta 5 Telecinco S.A y Cuarzo Producciones SL. A todos ellos les reclamó en su último recurso una pasta gansa: 90.000 euros por daños morales.

Los abogados de la ex de Antonio David Flores argumentaron que las palabras de Kiko Matamoros eran un «grave desprestigio» que buscaba «dibujar a la actora como una persona que no se ocupa de la salud de sus hijos para obtener un beneficio económico el medio de comunicación». Pero ni la Audiencia Provincial de Madrid ni el Tribunal Supremo les hicieron caso. Los dos tribunales desestimaron la querella y los recursos al considerar que no hubo «ningún contenido insultante, vejatorio ni lesivo para la dignidad de Rocío Carrasco».

En la primera sentencia, el juez señaló que Rocío Jurado es «una persona con notoriedad pública» y que esas declaraciones no suponían, en realidad, “ninguna invasión del ámbito de intimidad de Rocío Carrasco, dado que no desvelan ningún dato ni ninguna información sobre su vida privada personal o familiar que pueda considerarse lesiva o que se entrometa en el ámbito reservado protegido». Además, dijo que Kiko Matamoros sólo se limitó a contar lo que le había dicho una enfermera y que no era responsable de lo que ella dijera.

Según el juzgado, lo que Kiko Matamoros dijo sobre el hijo de Rocío no tiene «gravedad e intensidad ofensiva suficiente para llegar a constituir una intromisión ilegítima en el derecho fundamental a su honor». Además, resalta que en esa frase «no se incluyen términos o expresiones inequívocamente insultantes, injuriosos o vejatorios», por lo que no se le puede dar un sentido ultrajante u ofensivo.