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Revelan las tristes circunstancias del fallecimiento de Robert Redford, y deja a todos sin aliento

Trágico suceso.

La noticia del fallecimiento de grandes figuras siempre provoca un silencio difícil de explicar. Son personas que, desde su ámbito, trascienden lo personal para convertirse en referentes de toda una generación. Cuando se marchan, la sociedad queda sobrecogida por la certeza de que un tiempo irremediablemente se cierra.

En esta ocasión, el mundo del cine se despide de Robert Redford, quien ha muerto a los 89 años en su residencia de Utah. La información fue confirmada por The New York Times y posteriormente por su representante, que aseguró que el actor falleció mientras dormía. A pesar de su avanzada edad, Redford se mantenía activo, todavía vinculado a la industria que lo convirtió en mito.

Una carrera de luz y de sombras.

Redford encarnó como pocos el ideal de galán de Hollywood, pero también se destacó como director, faceta que lo consagró con el Óscar por Gente corriente. En 2002, la Academia reconoció toda su trayectoria con un galardón honorífico, completando así una vida profesional marcada por el aplauso de público y crítica. Sin embargo, sus nominaciones como intérprete nunca se tradujeron en una estatuilla.

Cindi Berger, portavoz de la familia, fue quien compartió oficialmente la noticia del fallecimiento. Sin dar más detalles sobre la causa, se limitó a explicar que Redford murió en casa rodeado de los suyos. La publicista ya había tenido que desmentir rumores sobre la salud del actor en años anteriores, especialmente en 2016, cuando se especuló erróneamente con un retiro forzado.

El peso del dolor personal.

Más allá del éxito, la vida del actor estuvo atravesada por tragedias familiares que lo marcaron profundamente. La pérdida de su hijo James, en 2020, a los 58 años, sumió al clan en un dolor que Redford describió como imposible de superar. La familia pidió entonces privacidad para enfrentar el duelo.

No era la primera vez que enfrentaba una pérdida semejante. Con apenas cinco meses de vida, su primer hijo murió por síndrome de muerte súbita. En entrevistas posteriores, el intérprete confesó que aquel episodio lo dejó con una culpa imposible de borrar, una cicatriz que le acompañó siempre.

El valor de seguir en pie.

Los golpes no terminaron ahí. Su hija Shauna atravesó una depresión severa tras el asesinato de su novio durante sus años universitarios. Años después, un accidente de coche estuvo cerca de dejarla incapacitada de por vida. Redford, pese a su dolor, estuvo a su lado, aferrado a la idea de que no podía permitirse perder otro hijo.

Shauna finalmente pudo recuperarse y hoy se dedica a la pintura, además de ser madre de dos niñas. Ellas son parte del legado familiar que ahora enfrenta la ausencia del patriarca. Con la muerte de Robert Redford no solo se va una estrella de cine: se despide un hombre que, con todas sus luces y sombras, dejó huella en la historia del séptimo arte y en la memoria de millones.