Las Campanadas: una tradición que une.
Cada 31 de diciembre, millones de personas en España se reúnen frente al televisor para seguir una de las tradiciones más emblemáticas del país: las Campanadas. Este evento, que marca la transición al nuevo año, no solo simboliza un momento de celebración, sino también una conexión especial entre los hogares y las cadenas de televisión, que se convierten en las anfitrionas de una noche mágica. El ritual de comer las doce uvas al ritmo de las campanadas del reloj de la Puerta del Sol, acompañado de los presentadores de turno, es un fenómeno cultural que trasciende generaciones, consolidándose como una cita ineludible en el calendario festivo.
En este contexto, pocos nombres son tan icónicos como el de Anne Igartiburu. La veterana presentadora ha sido la anfitriona de las Campanadas en Televisión Española durante más de 15 años, convirtiéndose en una figura de referencia en esta tradición. Con su carisma y profesionalidad, Anne no solo ha liderado la emisión más vista del año en múltiples ocasiones, sino que también ha sabido ganarse el cariño del público, convirtiéndose en un rostro asociado al fin de año. Su ausencia en las últimas ediciones ha generado un debate sobre el papel de los nuevos talentos y la necesidad de renovar las caras que despiden el año, sin olvidar la marca imborrable que Anne ha dejado en la historia de las Campanadas.
Una decisión que divide opiniones.
El pasado miércoles, 11 de diciembre, Televisión Española anunciaba que David Broncano y Lalachus serán los encargados de despedir el año y dar la bienvenida al 2025 con los espectadores de TVE. Esta elección, sin embargo, no ha estado exenta de controversia, sobre todo en el caso de la humorista Lalachus, que se ha convertido en blanco de ataques en redes sociales. Desde el anuncio, se han multiplicado los mensajes de odio y críticas hacia ella, centrados en su físico y en cuestionar su idoneidad para un evento tan emblemático como las campanadas.
Lejos de dejarse amedrentar, Lalachus se pronunció con contundencia durante su aparición en La revuelta, programa en el que lanzó un mensaje directo a sus detractores que rápidamente fue aplaudido por los espectadores. «No hay, ni habrá, nadie en el santo mundo y el universo que pueda quitarme ni un mínimo de ilusión y de que no me merezca estar con este caballero presentando las campanadas en Televisión Española», afirmó, dejando claro su compromiso con el proyecto y su entusiasmo por compartir pantalla con Broncano en una de las noches más esperadas del año.
Anne Igartiburu rompe su silencio.
No fue hasta el pasado domingo, 15 de diciembre, cuando Anne Igartiburu, la figura más icónica de las campanadas de TVE, decidió pronunciarse sobre la polémica. En una intervención en el programa D Corazón, Anne defendió con firmeza a Lalachus y condenó los ataques que ha recibido la humorista desde el anuncio de su participación. «Es un parejón. Intolerable todo el odio que Lalachus está recibiendo en redes. Impresionante, esto no tiene nombre», declaró con visible indignación. Durante el debate, el colaborador Javier de Hoyos también intervino para señalar que las mujeres, más que los hombres, suelen ser juzgadas por su apariencia física en este tipo de eventos.
En su intervención, Anne recordó otros episodios de críticas similares hacia compañeros masculinos que también fueron blanco de comentarios despectivos en anteriores campanadas. Mencionó, por ejemplo, a José Mota, quien tuvo que usar un altillo, y a Imanol Arias, cuyo peinado fue objeto de bromas. Estas anécdotas sirvieron para ilustrar que, aunque los hombres también son cuestionados, las mujeres suelen ser el objetivo principal de estas críticas en redes y medios.
Divisiones en el plató.
A pesar del apoyo de Anne, no todos en el plató compartieron su postura. José Manuel Parada, invitado al programa, expresó su preferencia por una combinación más tradicional, como la formada por David Broncano y la propia Anne Igartiburu, para despedir el año. Aunque reconoció el talento de Lalachus, señaló que una fórmula que mezclara novedad y experiencia podría ser una opción más sólida. Valeria Vegas, colaboradora del programa, sugirió que esta idea podría ser tenida en cuenta para futuras ediciones, dejando la puerta abierta a cambios en próximos años.
Anne, sin embargo, no dejó espacio a dudas sobre su apoyo a los nuevos presentadores. «¿Sabes qué les da rabia? Que Lalachus sea una crack y tenga un talentazo», reflexionó, subrayando el potencial de la cómica para superar las expectativas y triunfar en una noche tan exigente. Según la presentadora, la química entre Broncano y Lalachus será un factor determinante para garantizar el éxito del evento.
Una apuesta por la frescura y el talento.
Anne también quiso destacar las cualidades que hacen de esta pareja una elección acertada para las campanadas. Según ella, la conexión y complicidad entre Broncano y Lalachus son factores clave para presentar un evento de esta magnitud. «Hay que recordar que existe una química fantástica entre ellos y que es algo fundamental para presentar las campanadas o cualquier otro trabajo en equipo. Va a estar muy bonito y va a estar muy bien», concluyó, deseándoles lo mejor en su debut.
Con opiniones divididas y una polémica que aún colea en las redes sociales, está claro que las campanadas de este año estarán cargadas de expectación. Mientras unos apuestan por la frescura y el humor de la nueva pareja, otros lamentan la ausencia de figuras emblemáticas como Anne Igartiburu. La noche del 31 de diciembre será, sin duda, un momento clave para medir el pulso de los espectadores y determinar si esta apuesta por la renovación resulta tan exitosa como promete.