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Pablo Motos enfada a Arguiñano con una inapropiada pregunta en ‘El Hormiguero’, y la reacción del cocinero es mágica

Karlos Arguiñano: el chef que cocina risas y sabiduría.

Karlos Arguiñano es, sin duda, una de las figuras más queridas de la televisión española. Su talento culinario, combinado con su inconfundible sentido del humor, lo han convertido en un referente tanto dentro como fuera de los fogones. Este jueves, el popular cocinero visitó el plató de El Hormiguero para presentar su nuevo libro, 545 recetas para triunfar, protagonizando una de las entrevistas más divertidas de la semana.

Arguiñano inició su intervención con una broma hacia el presentador, Pablo Motos, dejando claro que sus recetas están diseñadas para funcionar en cualquier hogar. «Todos los que hago son recetas hechas por mí en mi programa cada día, entonces está todo muy cuidado. Y salen todas las recetas, hasta a ti, Pablo», comentó con su característico desparpajo. Sin embargo, las risas iniciales se transformaron en nervios cuando Motos decidió poner a prueba la memoria del chef con una pregunta inesperada.

Una familia numerosa y un reto complicado.

En un momento de la entrevista, Motos recordó que Arguiñano había celebrado recientemente la llegada de su nieto número 14. «¿Te acordarías de todos los nombres?», preguntó con picardía, desafiando al cocinero a recitar la lista completa. Con algo de inseguridad, el chef vasco intentó superar el reto, aunque pronto comenzó a dudar. «Me está costando, pero creo que sí me acordaría… Es que ahora le ponen nombres de ríos africanos», bromeó, arrancando carcajadas del público.

Pese a su esfuerzo, Arguiñano no logró completar la lista, dejando a Motos en un ataque de risa. «Cada domingo en mi casa somos entre 18 y 23 personas», explicó, tratando de justificar el olvido. Y es que con siete hijos y una familia tan numerosa, el chef admitió que el caos familiar es parte de su día a día.

La venganza de Arguiñano: su zasca a Motos.

Más allá de las bromas, Arguiñano aprovechó su visita para ofrecer algunos de sus consejos culinarios, siempre con ese tono cercano que lo caracteriza. Reprendió a Motos con un memorable zasca por no cumplir con la promesa de aprender a cocinar: «Me dijiste que ibas a empezar, pero estás siempre entrenando». Además, enfatizó la importancia de comer bien, destacando que «es la única forma de gozar con los pantalones puestos».

Entre risas, el chef animó a la audiencia a adoptar hábitos de cocina más prácticos, como el popular batch cooking. «Preparar diez raciones de lentejas o 40 albóndigas no cuesta mucho más tiempo y puedes tener comida para toda la semana», explicó. Con sencillos consejos, como congelar guisos o aprovechar ingredientes básicos, Arguiñano demostró una vez más por qué su experiencia va mucho más allá de la cocina.

La entrevista concluyó con un tema recurrente en las fiestas navideñas: ¿cómo se pelan las gambas? Motos planteó la pregunta y Arguiñano, fiel a su estilo, respondió sin rodeos: «Yo si veo a alguno que se está comiendo las gambas con tenedor y cuchillo, me voy a otro sitio». La contundencia de su respuesta generó una nueva oleada de risas en el plató.

La visita de Arguiñano a El Hormiguero fue un recordatorio de por qué sigue siendo una figura imprescindible en la televisión. Tan divertido como sabio, no solo enseñó recetas, sino que también dejó reflexiones sobre la familia, la vida y, por supuesto, la cocina. Un auténtico placer para los sentidos y el corazón.