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“¿Me estás vacilando?”: El tenso enfrentamiento en ‘First Dates’ que obligó a Matías y Laura a intervenir

‘First Dates’ no deja de sorprender.

En el corazón de la ciudad, el emblemático establecimiento televisivo ‘First Dates’ volvía a ser el escenario de encuentros y desencuentros amorosos. Una vez más, bajo las luces tenues y el murmullo expectante de los comensales, Carlos Sobera y Laura Boado ejercían de anfitriones en una noche que prometía ser memorable. La promesa de una velada única se veía a menudo eclipsada por la realidad de las citas, que no siempre transcurrían según lo planeado, dejando a los espectadores como testigos de las chispas que saltaban entre los participantes.

Fernando, un joven de 24 años, se enfrentaba a la noche con la esperanza y la carga de un pasado marcado por la adversidad. Su infancia había estado teñida por la enfermedad de su padre, una sombra que lo había obligado a madurar prematuramente. “Tuve que cortarle la barba a él antes de que me saliera a mí”, confesaba con una mezcla de nostalgia y responsabilidad.

Un tenso enfrentamiento por pagar la cuenta.

Compaginando sus estudios de marketing con un empleo como promotor, Fernando luchaba por sostener el legado familiar y hacer frente a la hipoteca que ahora reposaba sobre sus hombros. “Mi padre falleció y tengo que pagarla”, compartía, revelando la carga financiera y emocional que lo acompañaba. En el terreno sentimental, su vida había sido un lienzo en blanco, sin pinceladas de relaciones estables. “Creo que ha influido la difícil vida que he tenido. No me ha permitido centrarme en estas cosas”, admitía, dejando entrever cómo las circunstancias habían moldeado su camino en el amor.

Anghie, por su parte, llegaba al encuentro con la frescura y la claridad que la caracterizaban. Esta soltera colombiana de 23 años no temía mostrar su verdadero yo, una personalidad que se desplegaba entre la espontaneidad y la sinceridad. “Me gusta ir al gimnasio y normalmente lo hago de lunes a viernes”, decía, delineando un perfil de alguien comprometido con su bienestar y su imagen. La primera impresión entre ambos destilaba contrastes; mientras Fernando se mostraba encantado con Anghie, ella no podía ocultar su decepción. “No me ha gustando”, sentenciaba con firmeza.

La conversación inicial, guiada por el presentador hasta la mesa asignada, se adentraba en el delicado terreno de las relaciones pasadas. Anghie no tardaba en expresar su sorpresa y escepticismo al descubrir que Fernando nunca había explorado el romance. “Mentira, 24 años… aunque sea una relación de tres o cuatro meses…”, cuestionaba, poniendo en duda la sinceridad de su acompañante.

“¿Me estás vacilando?”

A medida que la velada se desplegaba, las diferencias entre Fernando y Anghie se hacían más patentes. Él, un hombre de convicciones arraigadas y tradicionales, soñaba con el matrimonio y la paternidad, ideales que chocaban con la visión de Anghie, quien rechazaba la idea de tener descendencia. “Es una responsabilidad tan grande que no la quiero tomar”, explicaba, marcando una distancia insalvable entre sus expectativas de futuro.

El clímax de la noche llegaba con un debate sobre la igualdad, temas que encendían la mecha de un debate acalorado. Fernando expresaba su descontento con aquellas que, bajo la bandera del feminismo, buscaban beneficios unilaterales. “Si quieres igualdad, a la hora de pagar la cuenta, querrás pagarla a la mitad”, planteaba, a lo que Anghie respondía con incredulidad: “¿Me estás diciendo que paguemos mitad y mitad?”. La tensión escalaba cuando Fernando negaba haber sugerido tal cosa, mientras Anghie afirmaba estar dispuesta a asumir el costo completo.

La resolución del impasse sobre la cuenta desvelaba las fisuras en su conexión. Anghie, que inicialmente se había ofrecido a pagar, retrocedía ante la realidad de su situación financiera. “Yo no tengo dinero”, confesaba, a lo que Fernando respondía con frustración: “Yo tampoco (…) Dijiste que ibas a invitar tú”. La conversación ha seguido varios minutos con las gemelas intentado cobrarles y Matías Roure y Laura Boado, en alerta por lo que pudiera suceder, esperando el desenlace.

La insistencia de Anghie en que nunca había hecho tal promesa solo añadía leña al fuego. Finalmente, optaba por pagar su parte, dejando a Fernando confundido y molesto. “Me estás vacilando, primero no tienes, luego que pagas tú… no entiendo nada”, lamentaba. La decisión final era un reflejo de su tumultuosa cita: ambos se rechazaban, incapaces de superar el abismo que los separaba tras su intenso enfrentamiento.