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Martina rechaza a su cita de ‘First Dates’ por su nariz: “me gustan más pequeñas, tipo Bambi”

Amor a primera vista… o no.

El popular programa de citas ‘First Dates’, presentado por Carlos Sobera, ha regresado este lunes a la parrilla de Cuatro con nuevas historias de amor y desamor. Entre ellas, la de Irene y Martina, dos jóvenes que buscaban encontrar a su media naranja, pero que no han logrado conectar.

Irene, de 19 años, es una estudiante de audiovisuales que llegaba desde Valencia con ganas de salir de su “burbuja” y conocer a alguien especial. “Hace tiempo que estoy instalada en una rutina y pensé que una buena manera de cambiar era intentar retomar el mantener relaciones”, explicaba. Irene se definía como una chica “de carácter fuerte e ideas claras”, que no se dejaba influir por lo que pensaran los demás.

Irene y Martina protagonizan una cita fallida en ‘First Dates’.

Una de sus pasiones es el arte, especialmente el que tiene que ver con el más allá. “Me fascina todo lo relacionado con lo paranormal, lo oculto, lo misterioso. El mero hecho de que hubiera algo tan poderoso pero que yo fuera incapaz de ver o comprender, me generaba más curiosidad que ver a un zombi en la pantalla”, confesaba a Sobera.

Irene también afirmó que no se fijaba en el género de las personas, sino en su personalidad. “El género me da igual, lo que me tiene que gustar es la persona. Yo me enamoro del alma. Miro primero lo que hay dentro y luego ya, si lo veo necesario, juzgo lo que hay fuera. Pero me es indiferente un chico, una chica, una persona trans que se identifique como no binario…”, afirmaba.

Martina, por su parte, era una chica de 19 años que venía de El Vendrell, Barcelona. Estudiaba Educación Infantil y le encantaban los niños. Sin embargo, tenía un problema de autoestima debido al hipotiroidismo que sufría, una enfermedad que le dificultaba perder peso. “De pequeña no me fijaba tanto, pero de mayor me miro al espejo y muchas veces no me siento cómoda con mi cuerpo”, reconocía. Martina buscaba a alguien que la quisiera tal y como era, y que le hiciera sentir segura y feliz.

“Así de estilo Bambi, no sé”

Cuando las dos se han visto por primera vez, las reacciones han sido dispares. Irene se ha mostrado encantada con el aspecto de Martina, destacando sus tatuajes y sus mechones rosas en el pelo, que le parecían muy llamativos. Martina, en cambio, no ha sentido lo mismo por Irene. “No me acaba de gustar su cara. Tengo otro prototipo, con la nariz más pequeñita… así de estilo Bambi, no sé”, ha comentado.

Durante la cena, han intentado buscar puntos en común, como su afición por las películas de animación, pero también han surgido algunas diferencias. A Martina no le ha hecho mucha gracia que Irene fuera fan de Iker Jiménez, el presentador de programas sobre fenómenos paranormales.

También han coincidido en que las dos eran ateas, pero eso no ha sido suficiente para crear una chispa entre ellas. Al final, y como era de esperar, Martina ha rechazado una segunda cita con Irene, alegando que no le gustaba físicamente y que la veía más como una amiga para quedar a ir al cine a ver una película. Irene, por su parte, ha aceptado el rechazo con deportividad, aunque ha admitido que le hubiera gustado seguir conociéndola.