Lucas: el rostro sincero de una despedida.
Lucas González, conocido por ser la mitad del exitoso dúo musical Andy y Lucas, sorprendió al público durante su última visita a El Hormiguero. El motivo principal de su aparición era promocionar la gira de despedida del grupo, titulada Nuestros últimos acordes. Sin embargo, más allá de hablar sobre este tour, que ya promete extenderse gracias al entusiasmo de los fans, Lucas decidió abrir su corazón y abordar un tema personal que había negado previamente: una fallida operación estética de nariz.
En el mismo programa, Lucas se sinceró sobre cómo inicialmente había ocultado esta intervención. “Que yo no me he hecho nada en la cara, te lo prometo…”, había afirmado meses antes en TardeAR al ser cuestionado por Ana Rosa Quintana. Pero esta vez, frente a Pablo Motos y millones de espectadores, decidió confesar lo ocurrido. La revelación, acompañada de una disculpa a la presentadora de Mediaset, marcó un punto de inflexión en la conversación pública sobre su experiencia.
La presión mediática y el peso de la verdad.
Tras su confesión en el plató de Antena 3, Lucas explicó a un reportero de TardeAR las razones detrás de su silencio inicial. “La verdad es que tampoco tenía muchas ganas de ponerme a contar si me corto la uña del pie o no me la corto, no sé…”, comentó, en un tono sincero y algo irónico. Según Lucas, no hubo malicia en sus palabras anteriores; simplemente, no deseaba dar explicaciones sobre algo tan personal. “Después de la presión mediática pues ya me he visto obligado a tener que desvelarlo, aunque tampoco debería ser así”, añadió, mostrando su malestar con el juicio público.
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El artista también habló de los ataques que recibió en redes sociales, los cuales llegaron a extremos dolorosos. “Me avergonzaba… Tengo hijos, una madre que le ha dado un ictus… Se han escrito cosas en redes sociales que son maquiavélicas, cosas de drogas…”, confesó entre lágrimas. En ese momento, Andy, su inseparable compañero, no dudó en consolarlo, mostrando la unión que caracteriza al dúo.
Reflexiones sobre valores y respeto.
Además de narrar su experiencia con la cirugía, Lucas compartió una reflexión que resonó entre el público. “En la vida hemos nacido para hacer lo que a cada uno nos place y hacer lo que quiera”, aseguró, defendiendo la libertad individual. Sin embargo, también subrayó los límites que deberían marcar los valores y la educación, lamentando episodios incómodos que ha vivido en espacios públicos. “A mí lo que más me duele es ir a un restaurante y que la gente se acerque a mi mesa y diga un disparate delante de mis hijos”, añadió con pesar.
La gira de despedida de Andy y Lucas se presenta como una oportunidad para celebrar décadas de éxitos, pero también como un espacio para que los artistas muestren su faceta más humana. Entre la música y los titulares, Lucas ha dejado claro que detrás del escenario hay una persona que, como todos, enfrenta desafíos, errores y aprendizajes.