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Los padres de Madeleine McCann, esperanzados tras el hallazgo de una importante pista en los alrededores del pantano de Arade en Portugal

Gerry y Kate McCann se enfrentan a una espera agónica después de encontrarse de una “pista relevante”.

La desaparición de Madeleine McCann, la niña británica que se esfumó de un apartamento vacacional en Portugal hace 16 años, ha vuelto a ocupar las portadas de los medios esta semana. La razón: la reanudación de las labores de búsqueda por parte de la Policía portuguesa, que ha rastreado durante tres días una zona cercana a un pantano en el Algarve, a petición de las autoridades alemanas.

El caso de Madeleine, conocida como Maddy, ha conmocionado a Europa durante años, generando una enorme operación policial que se ha extendido por gran parte del continente. También ha suscitado todo tipo de especulaciones, esperanzas vanas y pistas falsas, además de convertirse en objeto de libros, documentales y campañas mediáticas. Los padres de la niña, Kate y Gerry McCann, siempre han mantenido que su único deseo es encontrar a su hija con vida.

¿Qué ha ocurrido esta semana? ¿Qué se sabe del caso? ¿Quién es el sospechoso? Estas son algunas de las preguntas que intentamos responder a continuación.

La búsqueda en el pantano.

Desde el lunes hasta el miércoles, agentes portugueses y alemanes han peinado una zona en el entorno del embalse de Arade, a unos 50 kilómetros del pueblo costero de Praia da Luz, donde la familia McCann se alojaba en mayo de 2007 cuando Madeleine desapareció. Según varios medios locales, esa zona era frecuentada por un hombre alemán que ha sido señalado como el principal sospechoso del caso.

Los policías han excavado y recogido varias muestras que podrían ser relevantes para la investigación. Entre ellas, según el periódico Correio da Manhã, hay una correa de sujetador, prendas de vestir y objetos de plástico. El diario británico Mail Online añade que los investigadores buscaban también un arma y una videocámara robadas de la casa del sospechoso.

Todas las muestras han sido enviadas a Alemania para su análisis forense y de ADN. Los resultados preliminares podrían estar listos en unos días, pero las conclusiones definitivas podrían demorarse meses. Un tiempo de espera angustioso para los padres de Maddy, que siguen aferrados a la esperanza de hallar nueva información relacionada con su hija.

La Fiscalía alemana, que ha solicitado esta nueva búsqueda en Portugal, no ha querido dar detalles sobre los motivos que la han impulsado. El fiscal del caso, Hans Christian Wolters, solo ha declarado que había una “buena razón” para ello y que no se trataba de pistas provenientes del propio sospechoso.

“No podemos revelar aquí en este momento por razones tácticas”, ha dicho Wolters a la cadena NDR. El fiscal ha añadido que si los investigadores no encuentran nada significativo en las muestras recogidas, emitirán un comunicado pronto. Pero si las pruebas resultan relevantes, la declaración se retrasará.

El sospechoso alemán.

En junio de 2020, las autoridades alemanas anunciaron que habían identificado a un hombre alemán como sospechoso del asesinato de Madeleine McCann. Se trata de Christian Brueckner, un delincuente condenado por varios delitos, entre ellos abuso infantil.

Brueckner vivía en el Algarve cuando Madeleine desapareció y tenía antecedentes por robos en hoteles y apartamentos vacacionales. Según los fiscales alemanes, Brueckner habría secuestrado y matado a la niña poco después de su desaparición. Los investigadores basan su acusación en pruebas circunstanciales, como el hecho de que el teléfono móvil del sospechoso estuviera cerca del apartamento donde se alojaba la familia McCann la noche del 3 de mayo de 2007. También cuentan con el testimonio de un testigo que asegura haber visto al sospechoso con una niña rubia parecida a Madeleine.

Sin embargo, hasta ahora no han podido presentar ninguna prueba concluyente que vincule a Brueckner con el caso. El sospechoso niega cualquier implicación y se encuentra actualmente en prisión por otro delito.

La desaparición de Madeleine.

Madeleine McCann tenía 3 años cuando desapareció de su cama en un apartamento vacacional en Praia da Luz. Sus padres habían salido a cenar con unos amigos a un restaurante cercano y habían dejado solos a sus tres hijos (Madeleine y sus hermanos gemelos) en el alojamiento.

Los adultos habían acordado turnarse para vigilar a los niños cada cierto tiempo. Cuando le tocó el turno a Kate McCann, sobre las 22:00 horas, descubrió que Madeleine no estaba. Entonces dio la voz de alarma y comenzó una búsqueda frenética que se prolongó hasta el amanecer.

La Policía portuguesa fue alertada y se puso en marcha un dispositivo especial para localizar a la niña. Se avisó también al personal fronterizo y al aeropuerto y se contó con la colaboración de cientos de voluntarios. La desaparición de Madeleine causó una gran conmoción pública y mediática tanto en Portugal como en Reino Unido. El rostro angelical de la niña apareció en carteles, camisetas y pulseras con el lema “Find Madeleine” (“Encuentra a Madeleine”). Su caso fue comparado con el duelo nacional que provocó la muerte de Diana de Gales.

La investigación inicial de la Policía portuguesa no dio resultados concretos pero sí mucha polémica después de que los padres de Madeleine fueran declarados “arguidos” (sospechosos formales) por los agentes lusos. Los McCann fueron exonerados oficialmente en 2008.

En 2020, la Fiscalía alemana dejó claro que no esperaba encontrar a Madeleine con vida y que las nuevas evidencias les llevaban a concluir que la niña había sido víctima de un homicidio.