Un pescado, el origen de la tragedia de Laura Barajas.
¿Te imaginas comer un pescado que te cueste las manos y los pies? Eso es lo que le ha pasado a Laura Barajas, una mujer de 40 años que vive en California (Estados Unidos). Laura compró un pez tilapia en un mercado de San José y se lo preparó en su casa, sin saber que el pescado estaba infectado con una bacteria mortal.
Lo que parecía una comida normal se convirtió en una pesadilla para Laura, que empezó a sentirse mal unos días después. Tuvo que ser ingresada en el hospital, donde los médicos le diagnosticaron una infección por Vibrio vulnificus, una bacteria que suele estar presente en los mariscos crudos y en el agua del mar.
Las consecuencias para la joven.
La infección le provocó una sepsis, una respuesta extrema del cuerpo a una infección que puede causar daños en los órganos. Laura entró en coma inducido y sus riñones dejaron de funcionar. Además, sus dedos, sus pies y sus labios se pusieron negros por la falta de circulación.
Los médicos no tuvieron más remedio que tomar una medida drástica: así, Laura perdió las cuatro extremidades para salvarle la vida. El pasado jueves 14 de septiembre, Laura fue operada y ahora se recupera en el hospital. Su amiga Anna Messina ha contado a ‘KRON’ lo duro que ha sido este proceso. «Nos podría haber pasado a cualquiera. Estaba conectada a un respirador. Casi pierde la vida», ha dicho.
Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), la bacteria Vibrio vulnificus puede causar síntomas como diarrea, vómitos, dolor abdominal, fiebre, escalofríos y erupciones cutáneas. La mayoría de las personas sanas no corren peligro, pero las que tienen enfermedades como cáncer, diabetes o problemas hepáticos pueden morir en dos días si no reciben tratamiento.
Anna Messina, su amiga, ha lanzado una campaña GoFundMe en redes sociales para ayudar con los elevados gastos médicos que está necesitando, y que ya lleva recaudados más de 39.000 dólares.