Luis Rubiales rompe su silencio.
El ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, ha concedido una entrevista exclusiva al periodista británico Piers Morgan para el programa TalkTV, en la que ha hablado por primera vez desde su dimisión sobre el polémico beso no consentido a la jugadora Jennifer Hermoso durante la celebración del Mundial Femenino de Fútbol.
Rubiales ha defendido su inocencia y ha denunciado una campaña mediática en su contra, además de revelar un mensaje que recibió de un miembro del staff de la Selección que le apoyaba y luego le acusó de machista.
“No se trata de pedir perdón, fue espontáneo, mutuo y consentido”.
Rubiales dimitió el pasado 25 de agosto, dos días después de que la Selección Femenina se proclamara campeona del mundo por primera vez en su historia tras vencer a Estados Unidos en la final. Durante la entrega de medallas, Rubiales besó en la boca a Hermoso sin su consentimiento, lo que provocó una ola de indignación y críticas en las redes sociales y los medios de comunicación.
El ex presidente se disculpó en un vídeo junto a la jugadora, que aseguró que no se había sentido ofendida y que todo había sido una broma. Sin embargo, al día siguiente, Hermoso y otras diez jugadoras emitieron un comunicado en el que calificaban el gesto de Rubiales como una “actitud machista” y una “falta de respeto”.
En la entrevista con Morgan, que se ha emitido hoy íntegramente tras el avance de ayer, en el que Rubiales afirmó que también besaría a un hombre en una celebración, el ex presidente ha negado cualquier tipo de connotación sexual o agresiva en su beso a Hermoso. Según ha explicado, fue un acto “espontáneo, mutuo y consentido”, motivado por la “emoción, la efervescencia y la felicidad” del momento.
“Me agarraron por todas partes y no les di permiso”.
Ha asegurado que pidió permiso a la jugadora antes de besarla y que hay más vídeos donde se le puede ver celebrando con otras jugadoras “de una manera emocionada normal”. Ha añadido que no se trata de pedir perdón, sino de entender el contexto y no tergiversar la información.
“Hay muchos más vídeos donde hay jugadoras que me pegan en la cabeza, me lanzan al aire, me agarran de todas partes… En ese momento, yo no les di permiso, pero estábamos en una celebración. En cambio, yo sí pedí permiso, se me pudieron leer los labios. Fue una cosa sin maldad, ocurre entre padres e hijos, ocurre entre amigos cuando te toca la lotería… Ojalá acabe la guerra y haya gente que se de un pico, un beso pequeño. Y ojalá pregunten antes. La historia desde el principio hasta el final no es interpretable, queda claro que es una broma. Con manipulaciones, cortes o con falta de partes, entiendo que gente de buena fe pueda haberlo malinterpretado. Y también gente con mala fe lo ha utilizado.”
Rubiales saca a relucir un whatsapp de un miembro del equipo.
Rubiales ha mostrado su sorpresa por el cambio de versión de Hermoso y otras jugadoras, que pasaron de apoyarle a acusarle. Como prueba de ello, ha revelado un mensaje que recibió el 23 de agosto por parte de una persona del staff de la Selección, que le agradecía todo lo que había hecho por ellos y ellas y le daba su ánimo ante las críticas. Dos días después, esa misma persona firmó la carta en la que catalogaba su acto como machista. Rubiales se ha preguntado qué ha pasado ahí y ha insinuado que ha habido presiones externas.
El ex presidente también ha hablado sobre su madre, que inició una huelga de hambre para protestar por la “cacería mediática” a la que estaba siendo sometido su hijo. Ha contado que ayer estuvo con ella en Motril, su ciudad natal, y que la vio mejor, pero que se asustó mucho por su estado de salud. Ha relatado cómo su madre le llamó para decirle que se iba a quedar en la Iglesia rezando por él y cómo él intentó convencerla para que abandonara su protesta.
Rubiales ha concluido la entrevista diciendo que se queda con el sentir general de la gente que conoce toda la información y no sólo una parte, y que opina que él se equivocó al actuar como lo hizo, pero que no hay nada de lo que se está hablando. Ha afirmado que es una buena persona y que seguirá luchando por sus creencias.