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La organización de ‘First Dates’ se ve obligada a revelar la verdad sobre una comensal que mintió descaradamente a su cita

El programa que muestra la realidad de las citas en España.

En un mundo cada vez más conectado, encontrar el amor puede parecer una tarea fácil. Sin embargo, muchas personas siguen buscando a su media naranja sin éxito, recurriendo a aplicaciones, agencias o programas de televisión que les ayuden a dar con su pareja ideal. Uno de estos programas es ‘First Dates’, el formato de citas más popular y veterano de la pequeña pantalla española, que lleva desde 2016 mostrando las historias de amor, desamor, ilusión y decepción de miles de personas que buscan su complemento.

‘First Dates’ no es un programa cualquiera. Es un espacio que intenta responder a algunas de las preguntas más universales y profundas que nos hacemos los seres humanos: ¿Qué es lo que hace que nos enamoremos? ¿Cómo sabemos si hemos encontrado a nuestra alma gemela? ¿Qué pasa cuando dos desconocidos se sientan a cenar y se miran a los ojos por primera vez? Estas son algunas de las cuestiones que plantea el programa, conducido por el carismático Carlos Sobera, que ejerce de maestro de ceremonias y consejero sentimental de los comensales.

Pero ‘First Dates’ es también un reflejo de la sociedad española actual, con toda su diversidad y riqueza. En el restaurante más famoso de la televisión, hemos visto desfilar a personas de todas las edades, razas, religiones, culturas, orientaciones sexuales, identidades de género y capacidades. Hemos sido testigos de cómo el amor no entiende de etiquetas ni de prejuicios, y de cómo cada persona tiene su propia forma de sentir y expresar sus emociones. Hemos vibrado con las historias de amor que han surgido entre los comensales, y hemos sufrido con las que no han cuajado.

La organización de ‘First Dates’ se ve obligada a intervenir ante las mentiras de una comensal.

El programa de citas más famoso de la televisión española, ‘First Dates’, nos ha regalado momentos de todo tipo: románticos, divertidos, emotivos, tensos… Pero también algunos que rozan el ridículo y el despropósito. Eso es lo que le ocurrió a Nailia y Leo, dos solteros que acudieron al restaurante de Carlos Sobera con la esperanza de encontrar el amor, pero que se llevaron una decepción tras otra.

Nailia es una masajista rusa que vive en Marbella y que tiene muy claro lo que quiere: un hombre con el que casarse, tener una familia, vivir juntos mucho tiempo y morir el mismo día. Nada más y nada menos. Leo, por su parte, es un hombre que disfruta de la compañía femenina en todos los sentidos y que se considera muy detallista. ¿Serían compatibles estos dos perfiles tan dispares?

La respuesta es un rotundo no. Y es que desde el primer momento, el encuentro entre Nailia y Leo estuvo marcado por el desencanto, la incomodidad y la falta de química. El primer obstáculo fue el aspecto físico. A Nailia no le gustó nada el bigote de Leo, ya que le parecía que le picaba al besarle y le provocaba alergia en los labios. Leo, en cambio, sí que se sintió atraído por la elegancia y la belleza de Nailia, aunque pronto descubriría que no todo era lo que parecía.

El desastroso encuentro de Nailia y Leo en ‘First Dates’ que ha traído mucha cola.

Después de las presentaciones de rigor, los solteros se sentaron a la mesa para conocerse un poco más a fondo. Fue entonces cuando empezaron los problemas. Nailia le preguntó a Leo su edad, y él le contestó que tenía 64 años. Ella, sin embargo, no quiso revelar la suya, y le pidió que se la adivinara. Leo le dijo que tenía 62 años, pero ella le corrigió y le dijo que tenía 52.

Una afirmación que no se creyó ni el equipo de ‘First Dates’, que le preguntó su año de nacimiento. «¿Seguro? ¿De qué año eres?», le preguntaron, y Nailia no tuvo más remedio que confesar que era del 61, lo que significa que tenía 62 años, y no 52 como había dicho. ¿Por qué se había quitado 10 años? Según ella, porque para todos tenía 52 años.

Pero la mentira de Nailia no fue lo único que enturbió la cita. Leo tampoco estuvo a la altura de las circunstancias, y cometió un error imperdonable para ella: no le pagó la cena. Nailia se sintió ofendida y humillada por este gesto, y le reprochó que no fuera un caballero. Leo se defendió diciendo que él era muy detallista, pero que no le gustaba pagar por todo.

Con este panorama, era de esperar que la decisión final fuera negativa por ambas partes. Sin embargo, para sorpresa de todos, tanto Nailia como Leo aceptaron tener una segunda cita. ¿Sería por darle una segunda oportunidad al amor, o por seguir saliendo en la tele? Sea como sea, lo que está claro es que su primer encuentro en ‘First Dates’ fue un auténtico desastre.