Anita Williams: de la aventura extrema al plató sin filtros.
Anita Williams conquistó al público como una de las concursantes más carismáticas de Supervivientes 2025. Su carácter directo, su vulnerabilidad sin maquillaje y su evolución emocional la llevaron a rozar el podio, quedando como cuarta finalista en una de las ediciones más mediáticas del reality. Sin embargo, su experiencia en Honduras no solo le dejó aprendizajes personales, también reabrió heridas sentimentales que hoy siguen dando de qué hablar.
Después de semanas de silencio, Anita reapareció este lunes en Tardear, el magacín vespertino de Telecinco, justo después de que los padres de su expareja, Montoya, hablaran en De Viernes y de que él se dejara ver en La Velada del Año. Su presencia en plató no pasó desapercibida: la ex superviviente no dudó en responder con contundencia a lo que ella considera ataques injustificados. “Yo estoy muy cansada ya de que se vuelva a repetir todo el rato lo mismo”, afirmaba, visiblemente molesta.
En su intervención, Anita fue clara al señalar que espera algo de responsabilidad por parte de la familia Montoya. “Me falta un poco de autocrítica por parte de sus padres y de él, no se puede tirar todos los balones fuera y todo el mundo es culpable menos tú”, sentenciaba con firmeza. Según ella, lo que se ha contado públicamente sobre su relación no muestra la verdad completa.
Cuando las cámaras no lo cuentan todo.
Durante la entrevista, Verónica Dulanto le planteó una de las cuestiones clave: si era cierto que los padres de Montoya nunca se habían entrometido en su relación. La respuesta de Anita fue directa. “Ya se vio en Tardear que sacasteis cosas de su padre poniéndome verde y claro que condicionan bastante con su opinión”, declaró, reconociendo que incluso se planteó no acudir ese día al programa por el desgaste emocional que le supone el tema.
Para Anita, lo más llamativo no es lo que se ha dicho, sino quién lo dice. Cree firmemente que es Montoya quien debería estar dando la cara. “Yo creo que él que tendría que estar ahí es Montoya y no ellos, pero bueno cada uno hace las cosas como quiere y si han salido será en nombre de su hijo también”, argumentaba. En sus palabras se percibe decepción, pero también resignación.
Y es que esa misma sensación de abandono también la experimentó tras finalizar Supervivientes, cuando Montoya se distanció rápidamente de ella. “No somos robots, no puedes tocar una persona y apagarla con un botón… Al final yo exploté en esa gala final”, relató Anita, en referencia al momento en el que reveló lo ocurrido en Playa Misterio. Un gesto que muchos no entendieron, pero que para ella fue una forma de poner límites: “Si no me lo dan, me lo doy yo”.
Entre la nostalgia y la autodefensa.
La exconcursante admitía que aún hay afecto hacia Montoya, pero que está aprendiendo a soltar. “Hay que aceptar que no puede ser… Mi hijo también me pregunta por él porque lo adora”, confesaba con tristeza. Según explicó, está trabajando en terapia para poder pasar página, aunque no es un proceso fácil: “Me está ayudando a saber gestionarlo”.
Al escuchar los comentarios que los padres de Montoya hicieron sobre ella, Anita no quiso quedarse callada. “Que no se olviden que yo también tengo unos padres y también han sufrido muchísimo… Yo a día de hoy tengo la conciencia tranquila”, afirmaba. Aprovechó para recordar que nadie fuera de su entorno íntimo puede opinar con legitimidad sobre su vínculo con Montoya: “Ellos no han convivido con nosotros para saber realmente esa toxicidad de donde viene”.
Y en medio del debate, Anita también quiso desmentir ciertas insinuaciones dolorosas. “Me hace gracia porque he visto entrevistas que han dado ellos diciendo que yo busco un padre para mi hijo, que no valgo nada como mujer”, comentaba con sarcasmo. No obstante, admitía que en ciertos momentos sí hubo respeto por parte de la familia: “Durante su relación sí que se mantenían al margen y que ahí sí que les gustaba porque lo fue todo para Montoya”.
La última palabra aún no está dicha.
Tras las recientes declaraciones de Montoya ante la prensa, donde el andaluz evitó hablar de su ex pareja, Anita respondió sin rencor, pero con una advertencia. “Me alegro de que esté mucho mejor y se acoja al cariño de la gente que lo quiere, que es lo que tendría que haber hecho desde el principio”. Aunque también lanzó una reflexión que muchos interpretan como un mensaje directo: “Él tendría que coger nuestra conversación y hacer autocrítica. Yo de momento no voy a decir nada más, valgo más por lo que callo que por lo que hablo. Pero sinceramente me estoy cansando ya, pero vamos a esperar”.