La farmacéutica y divulgadora científica Marián García, conocida como Boticaria García, ha publicado en Twitter una denuncia que se ha terminado convirtiendo en viral. Y ojalá que no caiga en saco roto, ya que se trataría de una estafa a un pensionista al que han vendido unos productos de cama como si fuesen milagrosos.
Lo peor de todo, el precio: nada más y nada menos que 2.730 euros, por unas almohadas que “se venden en alguna web por 70€”. Es decir, “al pariente de Manuel le podrían hacer estafado con el mismo pack, pero por 300€ en vez de 2730€”.
Todo comenzó cuando a esta persona la invitaron hace dos semanas a una reunión donde le prometieron el regalo de una paletilla. Acabó firmando “un contrato por dos almohadas y dos cubrecolchones, supuestamente curativos, marca IONIZZED”. La divulgadora ha contado la historia completa en un hilo en el que, además, se adjunta el recibo de la compra.
A un pariente pensionista de @Dongominolo le invitaron hace dos semanas a una reunión donde le regalarían una paletilla. Acabó firmando este contrato de 2730€ por dos almohadas y dos cubrecolchones, supuestamente curativos, marca IONIZZED. Hilo ⬇️ pic.twitter.com/SIRHXsUEZU
— Marián García (@boticariagarcia) February 9, 2019
Sucedió el pasado 30 de enero de 2019 en un hotel de una cadena conocida del centro de Madrid. Es una de tantas estafas a personas mayores (colchones, televisiones) con el agravante de que en este caso el engaño no sólo afecta al bolsillo sino a la salud. pic.twitter.com/an0mJMvsFr
— Marián García (@boticariagarcia) 9 de febrero de 2019
La marca Ionizzed en su web habla de los efectos negativos de los cationes que tienen objetos cotidianos (ya saben, hablar de las radiaciones perversas de móviles, pantallas siempre acojona). Por supuesto no hay evidencia de esto. pic.twitter.com/daUJU9qyCV
— Marián García (@boticariagarcia) 9 de febrero de 2019
Para solucionar el problema, estas almohadas tienen ANIONES que contrarrestan los IONES. ¿Cómo no se nos ha ocurrido antes? pic.twitter.com/2clUN5HhhW
— Marián García (@boticariagarcia) 9 de febrero de 2019
Las almohadas también llevan TURMALINA. Con las radiaciones del infrarrojo lejano, que son unas viejas conocidas de la pseudociencia. pic.twitter.com/E9uTxOH9h5
— Marián García (@boticariagarcia) 9 de febrero de 2019
Casualmente las almohadas se venden en alguna web por 70€. Es decir, al pariente de Manuel le podrían hacer estafado con el mismo pack, pero por 300€ en vez de 2730€. pic.twitter.com/07So1UcOEg
— Marián García (@boticariagarcia) 9 de febrero de 2019
Es una VERGÜENZA que haya gente sin escrúpulos dispuestos a engañar a personas mayores o con cierta incapacidad, bajo la falsa promesa de mejorar su salud. https://t.co/pGsT7GSZmO
— Marián García (@boticariagarcia) 9 de febrero de 2019
Es una VERGÜENZA que haya hoteles que se presten a alquilar salas sabiendo perfectamente que dentro se perpetran estas estafas. Ellos son cómplices del engaño.
— Marián García (@boticariagarcia) 9 de febrero de 2019
La pseudoterapia tiene mil caras. Y está además cuesta casi medio millón de las antiguas pesetas. ¡Gracias por darle difusión! pic.twitter.com/NUnkYT1p8l
— Marián García (@boticariagarcia) 9 de febrero de 2019
Por lo visto, El HuffPost se ha puesto en contacto con el Grupo Delax, fabricante de los productos, y evaden toda la responsabilidad por la supuesta estafa al pensionista. Ellos se presentan como otra víctima más de unos “desalmados sin escrúpulos”.
“Nosotros somos una empresa que fabrica los productos, no los vendemos al público directamente”, señala Cesáreo Martín, responsable de comunicación del fabricante.
“Los vendemos a unos distribuidores que a su vez venden a otros distribuidores. No tenemos la culpa de que unos individuos sin escrúpulos hayan organizado un acto privado en un hotel para aprovecharse de unas personas mayores. Nos duele vernos afectados por este asunto.”
Ellos aseguran que el grupo incluye en los contratos de compraventa una serie de cláusulas que en este caso no se han cumplido. “Pero no podemos controlar quién las ha incumplido. Porque si hemos vendido a un distribuidor, que este a su vez ha vendido a otros tres o cuatro, no tenemos forma de saber quién ha sido”, afirma.
“Todo el rigor científico”.
Por supuesto, Martín defiende el desarrollo técnico y la investigación que el grupo hace de los productos porque “se hace con todo el rigor científico, y el trabajo de los investigadores está contrastado y avalado por autoridades competentes”.
Así, lamenta que el asunto les salpique y menoscabe el trabajo de todos los profesionales del grupo:
“Tenemos una reputación intachable, trabajamos con todos los protocolos de fiabilidad y desarrollamos todos los productos con total profesionalidad.”
De cara a una posible compensación al presunto estafado, el responsable de comunicación remite a dos únicas vías:
“A través de una reclamación a la persona que se lo haya vendido o directamente al departamento de consumo del Ministerio de Sanidad.”
Os dejamos con algunos comentarios al respecto en las redes:
Eso es delincuencia de la más baja catadura moral. No hay calificativos para negocios como este
— Departamento Física y Química IES Valle del Saja (@fqsaja1) 9 de febrero de 2019
Son excursiones para mayores por todos los pueblos de España, tras visita a cualquier Museo (Jamón, del Turrón, Chocolate etc) los llevan a comer y empieza la Televenta, y va desde el líquido de las 1000 hierbas, a colchones, Cuadros de Cristo, vajillas etc, y a firmar contratos!
— Fabrizzio Morales An (@fabrizzioma) 10 de febrero de 2019
Hay engaños que nunca se van. Siempre los mismos “chorizos”, siempre las mismas víctimas, siempre la misma ineficacia de los responsables de consumo…Indignante! Lo hablamos cuando quieras en @SERConsumidor
— Jesús Soria (@JesusSoriaD) 10 de febrero de 2019
Tiene 14 dias para ejercer el derecho de desistimiento. Espero que lo haya hecho
— Ln💯 (@vlino77) 10 de febrero de 2019
Tienen las mismas posiblidades de cobrar que yo de tener un tórrido romance con Elsa Pataki. Si lo denuncié fue para que no timasen a más gente.
— Manuel Enríquez (@Dongominolo) 10 de febrero de 2019
Atribuir esas propiedades curativas está prohibido. A veces se usan “figurantes”, que haciéndose pasar por potenciales compradores animan a la compra. Una cámara oculta en una de estas reuniones de venta sería genial @JesusSoriaD https://t.co/MYKQeePk82
— Meg (@MielitaG) 10 de febrero de 2019
Bueno, casos similares hemos denunciado muchas veces en @SERConsumidor y en @HoyPorHoy. Y se sigue haciendo en viajes de mayores…Una golfada consentida…
— Jesús Soria (@JesusSoriaD) 10 de febrero de 2019
¿Qué os parece a vosotros?