Hay que fijarse bien: Lo que sucede en mitad del discurso de Richard Gere dejó a todos boquiabiertos

La gala de los Goya 2025 y las críticas.

Los Premios Goya 2025 prometían una velada inolvidable desde el Palacio de Exposiciones y Congresos de Granada, con Maribel Verdú y Leonor Watling como maestras de ceremonias. La combinación de dos actrices con sólida trayectoria en el cine español auguraba una gala ágil y con carisma. Sin embargo, la sorpresa de la noche no vino precisamente de sus intervenciones, sino de su ausencia en gran parte de la retransmisión.

Tras una apertura sobria, donde Verdú y Watling dieron inicio a la gala con unas palabras de bienvenida, su presencia en pantalla se redujo a la mínima expresión. La entrega de premios avanzaba sin apenas rastro de las presentadoras, lo que generó desconcierto entre los espectadores de TVE. La poca participación de las anfitrionas no tardó en convertirse en tema de conversación en redes sociales, donde los comentarios irónicos y las bromas se hicieron virales.

Uno de los mensajes más repetidos en X (antes Twitter) hacía referencia al insólito papel de las actrices en la ceremonia. «¿Lo de que Maribel Verdú y Leonor Watling presentaban la gala es que la presentaban y se iban?», ironizaba un usuario. Otro, con tono sarcástico, planteaba una reflexión: «¿Es la ausencia de las presentadoras el secreto del éxito de unas presentadoras en los #Goyas2025?».

Críticas al ritmo.

La escasa presencia de Verdú y Watling no fue el único reproche de la audiencia. Muchos señalaron que la gala de este año careció de dinamismo, con transiciones mal ejecutadas y discursos eternos que ralentizaron el evento. «Está siendo la más aburrida en años. Malas transiciones, presentadoras desaparecidas, discursos larguísimos y poquísima emoción», comentaba un espectador.

El periodista Adolfo Rodríguez se sumó a las críticas, lamentando el tono de la gala y la falta de carisma de sus presentadoras. En su análisis, describió las intervenciones como «presentaciones vacías y sin humor», calificando la ceremonia como «descafeinada y carente de identidad». Para muchos, la gala parecía avanzar sin una línea clara, sin la chispa que debería acompañar la gran noche del cine español.

Además, otro de los aspectos que no pasó desapercibido fue la aparente falta de química entre Maribel Verdú y Leonor Watling en sus escasas apariciones conjuntas. Los espectadores percibieron una relación distante entre ambas, sin la complicidad esperada en una gala de este calibre. Frases como «Una gala encorsetada y tirando a plomiza» o «las presentadoras no merecen este guion» se repitieron en redes, dejando claro que la elección de anfitrionas no terminó de convencer.

Richard Gere y la polémica de los subtítulos.

Sin embargo, la gala no solo dio que hablar por sus presentadoras. Uno de los momentos más comentados llegó con la presencia del actor estadounidense Richard Gere, quien recibió el galardón internacional de la mano de Antonio Banderas. Su discurso era uno de los momentos más esperados de la noche, pero lo que sucedió después dejó a muchos desconcertados.

Gere inició su intervención con unas palabras en español antes de continuar en inglés. Hasta aquí, todo dentro de lo previsto. Sin embargo, el problema surgió cuando los espectadores se dieron cuenta de que no había intérprete en directo para traducir sus palabras. En su lugar, TVE optó por insertar subtítulos automáticos en la parte inferior de la pantalla, pero estos no solo iban con un notable retraso, sino que además presentaban errores evidentes.

Una traducción tardía y criticada.

El desajuste de los subtítulos generó indignación en redes sociales, especialmente entre quienes esperaban una traducción simultánea a la altura de la gala. «Granada tiene una de las mejores facultades de Traducción e INTERPRETACIÓN de España, pero en la gala vamos a poner unos subtítulos cutres con más retraso que una buena simultánea», se quejaba una usuaria.

Otro comentario viral apuntaba directamente a la falta de profesionalidad en la gestión de la traducción: «Los subtítulos del discurso de Richard Gere no tienen ni pies ni cabeza y hay partes no traducidas. ¿Por qué no han contratado a un intérprete? No me lo puedo creer». Para muchos espectadores, la falta de una traducción eficiente empañó el discurso del actor, restándole impacto y dificultando su comprensión.

El desajuste entre las palabras de Gere y los subtítulos también fue objeto de críticas técnicas. «Esos subtítulos con tanto retraso y el color usado con el fondo hacen que se pierda todo el contenido del discurso. Una pena, academia…», lamentaba otro usuario. La gala de los Goya 2025 terminó dejando más dudas que certezas, con críticas tanto a su ritmo como a su ejecución técnica, consolidándose como una de las ediciones más cuestionadas de los últimos años.

Salir de la versión móvil