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Ha fallecido María: Amancio Ortega deja a España sin aliento

Trágica noticia.

Hay noticias que atraviesan la barrera de lo íntimo y alcanzan a toda la sociedad. La desaparición de ciertas figuras, aunque discretas, provoca una conmoción colectiva difícil de explicar. Personas cuya trayectoria, carácter o vínculos familiares las convierten en referentes silenciosos que sostienen, sin buscarlo, parte del tejido de un país.

España ha vuelto a sentir ese estremecimiento con la muerte de una figura relevante en uno de los clanes más influyentes de su panorama empresarial. Su fallecimiento ha generado un eco profundo que se ha extendido desde Galicia al resto del país, acompañado de respeto y recogimiento. La noticia ha despertado recuerdos, gestos de admiración y una oleada de mensajes de condolencia.

Su vida estuvo marcada por la discreción, la familia y una manera serena de estar en el mundo. No ocupó titulares por gestos grandilocuentes ni buscó los focos mediáticos, pero su presencia fue decisiva en el entorno que la rodeaba. Su historia es la de alguien que, en silencio, construyó una huella imborrable.

Un pilar silencioso.

María Marcote López, madre de Flora Pérez y suegra de Amancio Ortega, falleció este jueves en A Coruña a los 96 años. El velatorio se está llevando a cabo en el tanatorio Albia, en el polígono de Agrela, y el último adiós tendrá lugar el sábado en la parroquia de San Cristóbal das Viñas. Posteriormente, descansará en el cementerio local, acompañada por el cariño de quienes formaron parte de su vida.

 

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Nacida el 2 de febrero de 1929 en Aranga, construyó junto a su marido, Manuel Pérez Maceiras, un matrimonio sólido basado en el trabajo y la discreción. Él formó parte del consejo de administración de Inditex por propuesta de Ortega, reforzando así unos lazos familiares que combinaban afecto personal y compromiso compartido. La pareja tuvo ocho hijos, siete de los cuales mantienen hoy viva esa herencia de unidad y prudencia.

La siguiente generación ha continuado vinculada al universo empresarial que los rodeó desde pequeños. Jorge Pérez dirige Massimo Dutti y Óscar Pérez forma parte de la estructura ejecutiva de Zara, reflejando la cultura del esfuerzo que caracterizó a sus padres. Para todos ellos, la figura de María ha sido un referente de constancia y serenidad.

La discreción como legado.

Lejos de la exposición pública, María y su marido evitaron aparecer en los medios. No existen fotografías suyas en actos sociales, una decisión coherente con su forma de entender la vida. Esa misma reserva la ha mantenido su hija Flora junto a Amancio Ortega, con quienes comparte un estilo sobrio y alejado de la ostentación.

Flora, al frente de la Fundación Amancio Ortega, ha liderado durante más de dos décadas iniciativas sociales de gran impacto. Su madre fue testigo de esa labor comprometida, que refleja también los valores familiares que marcaron su educación. En este contexto, la pérdida de María representa mucho más que una despedida íntima: es el final de una época para una familia y, en cierto modo, para un país que ha seguido su trayectoria desde la distancia.

El fallecimiento ha provocado numerosas muestras de afecto desde todos los rincones de España. Medios locales y nacionales han destacado su figura como un ejemplo de discreción y fortaleza. La ceremonia de despedida reunirá a familiares y amigos en un acto íntimo que pondrá fin a una vida discreta pero esencial. La noticia ha sobrecogido profundamente a los españoles.