Trágico suceso.
Hay días en los que la vida cotidiana se detiene de golpe y una noticia sacude a toda la sociedad. Un hecho inesperado irrumpe en la sobremesa, en el trabajo o en la calle y se instala en todas las conversaciones sin pedir permiso. Son episodios que conmueven incluso a quienes no conocen a las personas afectadas, porque interpelan a cualquier madre, padre o vecino. La sensación compartida es que algo profundamente injusto ha sucedido demasiado cerca.

Cuando las víctimas son niñas o niños muy pequeños, el impacto emocional es todavía mayor. La pregunta de cómo algo así ha podido ocurrir aparece de inmediato y cuesta encontrar palabras para explicarlo. Las redes sociales, los mensajes de voz y las llamadas telefónicas se llenan de expresiones de apoyo y de silencios largos y respetuosos. También surge un deseo colectivo de acompañar, aunque sea a distancia, a quienes atraviesan el peor momento de sus vidas.
En esas circunstancias, la información se convierte en una manera de intentar ordenar el desconcierto. Saber qué ha pasado, quién ha intervenido y cómo han reaccionado las instituciones ayuda a construir un relato común dentro de la comunidad. Al mismo tiempo, muchas personas miran hacia sus propias casas, azoteas y patios preguntándose si están realmente preparados para evitar nuevas tragedias. Esta mezcla de necesidad de comprender y de buscar respuestas recorre estos días la localidad cordobesa de Fuente Palmera.
Una tragedia inesperada.
La tarde de este jueves, en torno a las 17.11 horas, el centro de coordinación de emergencias 112 recibió una llamada desesperada desde Fuente Palmera (Córdoba). Un familiar avisaba de que se había venido abajo parte de un pequeño muro en la azotea de un edificio de dos plantas, donde se encontraba una niña de dos años. El paramento, de aproximadamente metro y medio de altura según la información facilitada por la Agencia de Emergencias de Andalucía, cayó sobre la pequeña y la dejó atrapada entre los restos de obra. En cuestión de minutos comenzaron a movilizarse los recursos sanitarios y de seguridad de la Junta de Andalucía y del propio municipio.
Hasta el inmueble acudieron equipos sanitarios, miembros de la Policía Local, agentes de la Guardia Civil y voluntariado de Protección Civil. También se activó a los Bomberos de La Carlota, preparados para intervenir si era necesario en las labores de rescate. A la llegada de los servicios médicos, el escenario que se encontraron era ya irreversible. Los profesionales solo pudieron certificar el fallecimiento de la niña pese a los esfuerzos coordinados entre todos los dispositivos desplazados.
La noticia corrió con rapidez por esta población de algo más de 10.000 habitantes, donde prácticamente todo el mundo se conoce. Vecinos y comerciantes comentaban con incredulidad lo ocurrido mientras las persianas de muchos negocios se bajaban antes de la hora habitual. Según recoge ‘Diario Córdoba’, la pequeña era hija y nieta de una familia muy vinculada al comercio local, lo que ha multiplicado la sensación de cercanía de la pérdida. En las calles se mezclaban el estupor, el silencio y los abrazos discretos dirigidos a sus allegados.
Dolor compartido.
El Ayuntamiento de La Colonia de Fuente Palmera reaccionó pocas horas después con un comunicado en el que hacía suyo el pesar de los vecinos. En esa nota se subraya: “Como muestra del dolor y respeto de todo el municipio, se han decretado dos días de luto oficial durante los días 21 y 22 de noviembre”. El texto añade: “Durante los cuales, las banderas ondearán a media asta en los edificios municipales y los actos y actividades municipales previstas serán suspendidas”, y detalla el alcance de las medidas acordadas.
Por último, el consistorio recuerda que también “traslada su más sentido pésame y todo el ánimo a su familia y amigos en estos momentos tan difíciles”. La noticia ha dejado sobrecogida a toda la localidad y a quienes la han conocido a través de los medios, y en muchos comentarios se repite la idea de que se trató de un accidente que se podía haber evitado con más medidas de prevención y cuidado en los espacios cotidianos.