Atropello mortal en Zaragoza: un hombre de 77 años pierde la vida en la avenida Valencia
Lo que comenzó como una tranquila mañana de miércoles en Zaragoza se convirtió en cuestión de segundos en un escenario de duelo. A las 10:30 horas, un peatón de 77 años fue atropellado por un autobús interurbano en la concurrida intersección de la avenida Valencia con la calle Tomás Bretón, en pleno distrito Delicias.
El siniestro y la intervención de emergencias
El vehículo implicado cubría la ruta entre la capital aragonesa y la localidad de La Muela. Tras el impacto, se activaron de inmediato los protocolos de emergencia. Varias patrullas de la Policía Local y equipos sanitarios acudieron al lugar, pero, a pesar de los esfuerzos, nada pudieron hacer por salvar la vida del hombre. La zona quedó acordonada durante horas para permitir la labor de los investigadores.
Una investigación en curso
La Policía Judicial de la Policía Local de Zaragoza se ha hecho cargo del caso. El procedimiento incluye una minuciosa inspección ocular: huellas de frenada, posición final de la víctima y del autobús, así como la toma de declaraciones tanto al conductor como a testigos presenciales. El objetivo es esclarecer si el accidente fue consecuencia de una imprudencia, un despiste humano o un fallo mecánico.
Un punto negro de la movilidad urbana
El cruce donde se produjo la tragedia es uno de los más transitados de Zaragoza. La avenida Valencia es una arteria de gran afluencia en el distrito Delicias, con múltiples carriles y un flujo constante de vehículos y peatones. Estas características la convierten en una zona de especial riesgo.
Los datos de siniestralidad vial de los últimos años en la ciudad reflejan un patrón preocupante: los peatones, especialmente los de edad avanzada, son las principales víctimas de los atropellos mortales. Este nuevo accidente vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de revisar las medidas de seguridad en los puntos más conflictivos.
Una llamada de atención
El fallecimiento de este hombre de 77 años no es solo una tragedia individual, sino también un símbolo de la vulnerabilidad de los peatones en entornos urbanos cada vez más congestionados. La comunidad zaragozana llora hoy una nueva pérdida que recuerda la importancia de reforzar la prevención y de extremar la prudencia en la vía pública.