web analytics

Fallece trágicamente Moncho Tamames a los 55 años

Una irrecuperable pérdida en su Familia Tamames

Moncho Tamames, el benjamin de la familia y destacado miembro de la industria musical, nos dejó el pasado 12 de marzo a la edad de 55 años. Padecía un mesotelioma, cáncer que afecta al mesotelio, la capa de tejido que cubre órganos vitales como los pulmones, abdomen, o corazón.

Su partida no solo marca la pérdida de un ser querido sino también la de un pilar fundamental en la vida del reconocido economista Ramón Tamames, su padre. Los viernes se convertían en un ritual familiar, donde padre e hijo compartían cenas y conversaciones que fortalecían su vínculo.

La carrera de Moncho abarcó diversas facetas del mundo cultural: fue periodista, escritor y economista. Sin embargo, fue en la música donde dejó una huella imborrable. Desde su posición en gigantes de la industria como Sony Music y BMG Ariola hasta su liderazgo en Arcade Music, Moncho fue una figura clave en el desarrollo de la música electrónica en España.

Los inicios de una pasión por la música

Nacido en una familia de intelectuales, Moncho era el menor de tres hermanos, precedido por Alicia y Laura. Su educación en Periodismo y Economía por la UCM y UAM le proporcionó una base sólida para su posterior incursión en el mundo de la música. Su amor por este arte se manifestó tempranamente cuando en los años ochenta fundó ‘Bandera blanca’, un club de fans y fanzine dedicado a la banda U2.

La pasión de Moncho por U2 trascendió las páginas de su fanzine; le llevó a conocer personalmente a Bono, con quien, según palabras de su padre, forjó una gran amistad. Esta conexión inspiró a Moncho a escribir una biografía sobre la banda en 1990. «En el 1984 me fui a Estados Unidos, donde U2 eran ya superconocidos…», recordaba Moncho, destacando cómo la banda influyó en su apreciación musical.

Un espíritu inquieto

El cambio de milenio trajo consigo un cambio en la pluma de Moncho. En 2005 publicó ‘La cultura del mal’, un ensayo que servía como crítica a la cultura estadounidense. Con una visión crítica, defendía la necesidad de una renovación cultural basada en valores históricos: «Es obvio que las culturas, empezando por la anglosajona, necesitan de una regeneración profunda…».

La vida de Moncho fue un mosaico de experiencias y residencias: Madrid, Barcelona, Buenos Aires y Nueva York fueron algunos de los lugares que llamó hogar. Su padre lo describe como alguien que siempre buscaba lo mejor, con una «visión de inteligencia y pulcritud», y que se esforzaba por resolver problemas en lugar de crearlos. Su legado continúa vivo en su hija y en las innumerables vidas que tocó con su música y su pensamiento.