La despedida de una leyenda.
El mundo del cine ha perdido a una de sus figuras más emblemáticas. Alain Delon, el icónico galán del cine francés, ha fallecido a la edad de 88 años este domingo. Con una carrera cinematográfica que abarcó varias décadas y que dejó una huella indeleble en el séptimo arte, Delon se ha ido después de enfrentar numerosos desafíos personales y de salud que marcaron el final de su vida. Su fallecimiento, aunque esperado debido a su avanzada edad y problemas de salud, representa una profunda pérdida para el mundo del cine, que siempre recordará su magnetismo y presencia en pantalla.

Los hijos de Delon, Alain Fabien, Anouchka y Anthony, comunicaron la triste noticia con gran pesar. En un emotivo mensaje enviado a la agencia francesa AFP, los tres descendientes del actor informaron que su padre había fallecido “serenamente” durante la noche, rodeado de sus seres queridos en su residencia en Douchy, un pequeño pueblo en el corazón de Francia. El comunicado también incluyó una solicitud para respetar “su intimidad en este momento de duelo extremadamente doloroso”, reflejando el profundo respeto y tristeza que sienten por la pérdida de su padre.
Durante las últimas décadas, aunque su presencia en la pantalla grande se fue reduciendo, Alain Delon nunca dejó de ser un personaje de interés para los medios. A pesar de su escasa actividad cinematográfica desde los años 90, su vida personal y sus opiniones siempre estuvieron en el centro de la atención mediática. Las controversias y problemas familiares marcaron el ocaso de su carrera, con disputas internas y acusaciones que pintaron una imagen compleja del hombre detrás del mito.
Una vida de contradicciones y controversias
En el verano de 2023, la situación familiar de Delon se volvió aún más complicada cuando sus hijos presentaron una denuncia contra Hiromi Rollin, su dama de compañía, acusándola de abuso de debilidad. Esta acusación llevó a una serie de enfrentamientos públicos entre los descendientes de Delon, quienes también se acusaron mutuamente de negligencia en el cuidado del actor, que había sufrido un derrame cerebral años atrás. Esta serie de eventos pintó un cuadro sombrío sobre la vida personal del legendario actor, contrastando con el brillo de su carrera cinematográfica.
El último gran momento de gloria de Delon en el mundo del cine tuvo lugar en mayo de 2019, cuando fue honrado con una Palma de Oro honoraria en el Festival de Cannes. Este reconocimiento, según las propias palabras del actor, fue “un poco un homenaje póstumo, mientras aún estoy vivo”, reflejando tanto su humildad como su conciencia del legado que había construido a lo largo de su carrera. Este tributo no solo subrayó su impacto en el cine, sino que también marcó un emotivo punto culminante en su vida profesional.
Delon pasó sus últimos años en la tranquilidad de su hogar en Douchy, un lugar que había elegido para pasar sus últimos días. En su propiedad, rodeado de altos muros y en compañía de sus perros, el actor buscó una forma de paz y privacidad en el final de su vida. La última voluntad de ser enterrado cerca de sus fieles compañeros animales es una manifestación de su deseo de tranquilidad y de cerrar su vida en un entorno familiar y querido.
El impacto de un icono del Séptimo Arte.
Desde su irrupción en la gran pantalla en 1957 con la película “Quand la femme s’en mêle”, Alain Delon dejó una marca imborrable en el cine. Participó en más de un centenar de películas, ganándose una reputación como un instintivo genial que no se apoyaba en técnicas convencionales, sino en un carisma innato. Este magnetismo, descrito por Brigitte Bardot como “lo mejor y lo peor, a la vez inaccesible y cercano, frío y ardiente”, definió su carrera y su presencia en la industria cinematográfica.
El actor Vincent Lindon lo describió en un documental de 2012 como “un objeto de deseo” cuya belleza era “infernal”, una visión que capturó la esencia de su atractivo único. A lo largo de su carrera, Delon participó en numerosas películas que se convirtieron en clásicos del cine, incluyendo títulos icónicos como “A pleno sol”, “Rocco y sus hermanos”, “El Gatopardo” y “La piscina”. Estas películas no solo cimentaron su estatus como una estrella internacional, sino que también dejaron un legado duradero en la historia del cine.
El vínculo entre Delon y los cineastas de su época, como Jean-Pierre Melville, que lo dirigió en clásicos como “El samurái” y “El círculo rojo”, contribuyó a la creación del mito que rodeaba al actor. Su característico papel de hombre de honor, viril y silencioso, fue un modelo para muchos directores, desde el hongkonés John Woo hasta el estadounidense Quentin Tarantino. A pesar de su éxito en Francia, su carrera en Hollywood nunca despegó, pero su impacto en el cine mundial es innegable.
Una rivalidad fructífera y una imagen polémica.
La carrera de Alain Delon se entrelazó con la de otro gigante del cine francés, Jean-Paul Belmondo. La relación entre los dos actores, marcada por una mezcla de amistad y rivalidad, se reflejó en algunas de las películas más memorables de ambos. Obras como “Borsalino” y “Uno de dos” mostraron la química entre ellos, a pesar de sus diferencias marcadas. Belmondo, en su libro de memorias, describió su relación con Delon como “el día y la noche”, una imagen que destaca la dicotomía entre sus personalidades y estilos.
Aunque Delon era venerado en Francia por su talento y su presencia en pantalla, su vida personal y sus opiniones políticas a menudo generaron controversia. Su amistad con el líder de extrema derecha Jean-Marie Le Pen y sus opiniones polémicas sobre temas como la pena de muerte y la homosexualidad lo hicieron una figura divisiva. Su tendencia a hablar de sí mismo en tercera persona y su nostalgia por los tiempos del general Charles De Gaulle solo sirvieron para acentuar la imagen complicada del hombre detrás del icónico galán.
A pesar de las críticas y la controversia que a menudo rodearon su figura, Alain Delon siempre fue una presencia magnética en el cine y en la vida pública. Su legado cinematográfico, así como las complejidades de su vida personal, seguirán siendo objeto de estudio y admiración, reflejando la profundidad y la ambigüedad de una de las estrellas más duraderas del cine francés.