La lucha de Óliver contra un tumor cerebral.
Oliver, un niño malagueño de tres años, ha luchado contra un tumor cerebral muy agresivo que se encontraba junto al tronco encefálico. A principios de octubre, los especialistas de un hospital mexicano, donde vivía con su familia, le dieron un pronóstico de no más de tres semanas de vida si no se intervenía de urgencia.
Los padres del niño le llevaron al hospital al notar que le costaba andar, estaba apático, débil y había perdido el apetito. Fue allí donde le realizaron varias pruebas diagnósticas que concluyeron que tenía un tumor cerebral en la fosa posterior, además de hidrocefalia, es decir, acumulación de una cantidad excesiva de líquido cefalorraquídeo en el cerebro.
El hospital Sant Joan de Déu de Barcelona se ofreció a operarlo y gracias a la donación anónima de un empresario que costeó los casi 200.000 euros del vuelo, Oliver pudo viajar a la capital catalana para poder ser operado. Los neurocirujanos del hospital realizaron dos intervenciones para tratar la hidrocefalia y extirpar el tumor cerebral.
Una nueva intervención.
Cuatro meses después de la primera intervención, los médicos del Hospital Sant Joan de Déu han conseguido extirpar por completo el tumor cerebral en una nueva intervención. Esta vez, la operación ha durado la mitad de tiempo que la primera y el niño se encuentra bien, según fuentes del hospital.
Una vez recuperado de la operación, Oliver iniciará un avanzado tratamiento oncológico en la unidad de protonterapia en Madrid, concretamente en la Clínica Universitaria de Navarra. Hasta la fecha, el niño ha estado recibiendo quimioterapia y el tumor no ha crecido. La lucha contra el cáncer de Oliver continúa, pero su familia y los médicos que lo atienden se mantienen esperanzados en su recuperación completa.