La tiktoker gaditana que pone el foco en las diferencias entre las playas de Cádiz y las del Levante
España es reconocida internacionalmente por su excepcional calidad en cuanto a playas se refiere. Desde las costas del norte bañadas por el Cantábrico hasta los extensos arenales del sur acariciados por el Atlántico, la geografía nacional ofrece un abanico prácticamente inagotable de paisajes costeros. Esta riqueza y diversidad convierten al país en uno de los principales destinos turísticos del mundo, con propuestas para todos los gustos.
Entre esas joyas costeras, las playas de Cádiz se han consolidado como un referente por su belleza natural, su amplitud y su ambiente relajado. Precisamente sobre esas características ha querido hablar la tiktoker gaditana @albamolledax, cuya publicación en redes sociales ha desatado un interesante debate sobre las costumbres playeras en distintos puntos del país.
«Esto no es Valencia ni Cataluña»: una advertencia que no ha pasado desapercibida
En uno de sus vídeos más recientes, @albamolledax lanza una frase que ha generado reacciones de todo tipo: «Esto no es Valencia ni Cataluña». Lejos de ser una simple crítica sin fundamento, la joven se detiene a explicar con humor las diferencias culturales y logísticas entre ir a la playa en Cádiz y hacerlo en otros puntos del litoral español.
Una de las cuestiones que más llama la atención a quienes visitan las playas del Levante por primera vez —especialmente en zonas como Valencia o Benidorm— es la costumbre de llegar a primera hora de la mañana para “marcar territorio” colocando sombrillas, toallas e incluso sillas, muchas veces antes de las 8 de la mañana.
Sin embargo, en el suroeste peninsular esta práctica no solo no es común, sino que puede resultar contraproducente. Así lo explica la propia creadora de contenido con un tono divertido pero ilustrativo: «A lo mejor a las 12 de la mañana tienes que ir a buscar la sombrilla a Canarias», en referencia al viento habitual que suele azotar algunas de las playas gaditanas.
Una cuestión de espacio… y de respeto
Cádiz, además de ofrecer paisajes costeros de gran belleza, cuenta con una característica particular: la amplitud de sus playas. Espacios como la playa de La Victoria o Bolonia permiten a los bañistas disfrutar de jornadas sin agobios ni aglomeraciones, algo que contrasta notablemente con otros destinos turísticos masificados.
Por eso, @albamolledax lanza una recomendación a quienes visitan la zona por primera vez: «No te sientes al lado, no te pegues, porque la gente va tranquila a la playa y eso aquí no se lleva. Lo que para ti es un sitio en Valencia y en Barcelona, aquí no lo es. Vamos a tener un poco de cuidado».
Con este mensaje, la influencer no pretende establecer normas arbitrarias, sino más bien defender un estilo de disfrute más relajado, más respetuoso con el entorno y con quienes comparten el espacio.
Repercusiones y reacciones: medio millón de visualizaciones
El vídeo, que comenzó circulando por TikTok, ha superado ya el medio millón de visualizaciones si se suman las que acumula también en Twitter (ahora X), donde la conversación ha crecido de manera exponencial.
Como suele suceder en las redes sociales, las opiniones están divididas. Mientras algunos usuarios se muestran irónicos y cuestionan el derecho de la tiktoker a indicar cómo deben comportarse los demás en un espacio público, otros muchos aplauden su valentía y coinciden en que la convivencia en las playas requiere también de ciertas normas no escritas, entre ellas el respeto por la distancia y el ambiente.
La polémica refleja, en el fondo, una realidad innegable: las playas son espacios compartidos, y como tales, exigen un mínimo de consideración y adaptación a las costumbres locales. Porque aunque el mar sea el mismo, las formas de vivirlo pueden cambiar radicalmente de un punto a otro del litoral español.
Una llamada a la convivencia (incluso bajo el sol)
La publicación de @albamolledax ha servido, quizás sin proponérselo del todo, como una llamada de atención sobre cómo nos relacionamos con el espacio público, especialmente en verano, cuando millones de personas coinciden en playas, piscinas y lugares de ocio al aire libre.
Más allá del tono humorístico y de los matices culturales, el mensaje deja una reflexión clara: el respeto mutuo no está reñido con disfrutar del verano. Y puede que, con un poco de empatía, sea incluso la clave para que todos —vengan de Cádiz, Valencia, Cataluña o cualquier otro rincón— puedan relajarse en la arena como más les guste.
Porque, como bien dice el refrán, nunca llueve a gusto de todos. Y en la playa, aunque no llueva, también conviene tenerlo presente.