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España de luto: Fallece trágicamente Miguel Arnedo Cortijo

Trágico suceso.

La sociedad se conmueve ante las tragedias. Cuando alguien muere por causas inevitables, como el paso del tiempo, podemos aceptar la pérdida con resignación. Pero hay situaciones en las que el dolor se multiplica por la inesperada desaparición de una persona que era un referente para muchos, como Miguel Arnedo Cortijo.

Miguel Arnedo Cortijo, el visionario empresario valenciano, cuyo legado trasciende las fronteras de la industria, nos dejó el lunes 8 de abril a la venerable edad de 83 años. Su partida, anunciada con pesar por la empresa que él mismo fundó, Miarco, ha dejado un vacío imborrable en el tejido empresarial y humano.

Una carrera deslumbrante.

Nacido en 1940, Arnedo Cortijo forjó su camino en el mundo de los negocios con una determinación inquebrantable. En 1969, en un acto de audacia, dio vida a Miarco, una empresa dedicada a la fabricación y transformación de cintas adhesivas. Pero no eran cintas comunes; eran la vanguardia de la innovación. Cintas aislantes y cintas para cerrar cajas se convirtieron en su sello distintivo, desafiando las convenciones de la época.

La visión de Arnedo trascendió las cuatro paredes de su modesto taller. En 1987, la fábrica de Miarco emergió en el Polígono Industrial Fuente del Jarro, en la localidad de Paterna. Aquí, la industrialización de los procesos de conversión se materializó, reemplazando el pequeño taller con una instalación de vanguardia. La maquinaria zumbaba, y la visión de Arnedo se convertía en realidad.

En 2006, el testigo pasó a su hijo, Miguel Arnedo García-Guzmán, quien asumió la dirección de Miarco. El relevo generacional marcó el inicio de una nueva era: la internacionalización. Arnedo, incansable y apasionado, respaldó la creación de la sede de Miarco en Shanghái en 2008, seguida de la apertura de oficinas comerciales en Marruecos y Portugal. La joint-venture que dio vida a la planta de la compañía en India, inaugurada en 2018, fue otro hito en su legado.

Aunque los años avanzaban, Arnedo no se retiró por completo. Su espíritu inquieto lo llevaba a la sede de Miarco, donde su conocimiento del mercado y su visión empresarial seguían siendo vitales. El cliente, la excelencia, la ética y el enfoque en resultados eran los pilares que sustentaban su creación.

“Don Miguel”, como cariñosamente lo llamaban, deja una huella imborrable. Su hijo, el actual CEO, continuará su legado, asegurando que los valores de Miarco perduren. En la familia Miarco, su recuerdo será siempre una mezcla de cariño y admiración. Así concluye el comunicado, pero su influencia trascenderá las palabras escritas, resonando en cada cinta adhesiva que lleva su marca.