web analytics

Eso no se hace a una novia: Eugenia Martínez de Irujo se salta el protocolo y elige un vestido prohibido en una boda

El vestido de Eugenia Martínez de Irujo que desafía el protocolo.

Después de meses de ilusión y preparativos, desde que el pasado diciembre se reconciliaran tras una breve crisis, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han cumplido su sueño de casarse. La pareja ha celebrado su enlace este sábado en el palacio de El Rincón, una espectacular finca situada en Alcalá de Henares que perteneció al padre de Tamara, el marqués de Griñón, y que éste le dejó en herencia a su hija menor.

La boda ha reunido a unos cuatrocientos invitados, entre los que se encontraban familiares y amigos íntimos de los novios, que han lucido sus mejores galas para la ocasión. La ceremonia ha tenido lugar en el jardín sur del palacio, donde se ha instalado un altar adornado con flores blancas y velas. Los asistentes han ocupado unas sillas dispuestas en filas frente al altar, manteniendo la distancia de seguridad por la pandemia.

Eugenia Martínez de Irujo ha sido una de las invitadas más esperadas en la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, que se han dado el “sí, quiero” este sábado en el palacio de El Rincón. La duquesa de Montoro, amiga íntima de la novia, ha sorprendido con un estilismo muy original y diferente al resto de asistentes, que podría haber incumplido una de las reglas básicas del protocolo nupcial.

La hija de la duquesa de Alba ha lucido un vestido largo de inspiración medieval, firmado por su diseñadora de cabecera, Teresa Helbig. Se trata de una pieza plisada en color crudo o vainilla, con un cuerpo de nido de abeja y unas mangas ligeramente abullonadas. El detalle más llamativo del diseño es un ave bordada en la cintura, que le da un toque exótico y rompedor.

Los complementos y el peinado de la aristócrata.

Eugenia ha completado su look con unos accesorios en tonos dorados, como un brazalete, un colgante y unos pendientes discretos. También ha optado por unas sandalias a juego con el vestido y un bolso de mano en color negro. El peinado elegido ha sido un recogido trenzado en forma de corona, que le aportaba un aire regio y sofisticado.

La elección de Martínez de Irujo ha generado opiniones encontradas entre sus seguidores de Instagram, donde ha compartido una foto con su marido, Narcís Rebollo. Algunos han alabado su originalidad y su elegancia, mientras que otros han criticado que no fuera apropiada para una boda o que se pareciera demasiado al color que podría haber llevado la novia.

La presencia de Eugenia en la boda no ha estado exenta de polémica, ya que, además, hace unos días hizo unas declaraciones que no sentaron bien a Tamara Falcó. La duquesa de Montoro dijo que no le gustaba el vestido que había elegido la marquesa de Griñón para su gran día, el cual había sido diseñado por Sophie et Voilà y luego descartado por una filtración.

Tamara Falcó respondió a estas palabras con ironía y aseguró que le encantaba el estilo de Eugenia. Finalmente, la novia optó por un diseño de Carolina Herrera para su boda con Íñigo Onieva, tras tres años de relación. La ceremonia ha estado marcada por las medidas sanitarias y las condiciones impuestas a los invitados, entre los que se encontraban rostros conocidos como Isabel Preysler, Mario Vargas Llosa o Ana Boyer.