
El mundo del deporte está de luto tras la trágica muerte de Federico Foster, un atleta argentino de 47 años oriundo de Pergamino, Buenos Aires. Su cuerpo sin vida fue hallado este viernes en la Parada 7 de la Playa Mansa en Punta del Este, Uruguay, un día después de haber desaparecido misteriosamente mientras entrenaba en el mar.
La Armada Nacional de Uruguay confirmó el fallecimiento del deportista bonaerense, quien se encontraba en la ciudad balnearia para participar en el Ironman 70.3, una exigente competencia programada para este domingo y en la que se espera la participación de más de mil atletas de diversas nacionalidades.
Foster dejó su huella en el deporte con logros notables. Logró completar cuatro ediciones del Ironman en Brasil y se clasificó en tres oportunidades para el Mundial de Ironman 70.3. Además, se consagró vencedor en el maratón acuático Villa Urquiza-Paraná de 21 kilómetros y obtuvo el tercer puesto en el Sudamericano Máster de natación en 2013. Más recientemente, en noviembre de 2024, culminó con éxito el Maratón de Nueva York. Su amor por el deporte comenzó a los ocho años cuando descubrió su pasión por la natación, una disciplina que marcó su vida.
En una entrevista concedida al diario La Opinión de Pergamino tras su participación en la maratón neoyorquina, Foster se describió como «alguien que vive y siente el deporte». En sus palabras, el entrenamiento era una parte fundamental de su rutina diaria: «Yo me levanto muy temprano y lo primero que hago es hacer deporte. Un día voy a correr, otro día al gimnasio, otro día nado o pedaleo. Lo siento, no sé si todo el mundo tiene la suerte de llevarlo en las entrañas, el sentimiento de la satisfacción de hacer deporte, de disfrutarlo. Por más que sea una pasada matadora, un fondo kilométrico o en condiciones climáticas muy malas, yo lo disfruto mucho».
Su entrega y dedicación inspiraron a muchos, y su legado en el deporte permanecerá en el recuerdo de quienes compartieron su pasión y compromiso con la actividad física.