Una tragedia que dejó cicatrices imborrables
El 4 de enero de 2021, la feria de Navidad de Mislata se tiñó de tragedia para las familias que, en una tarde aparentemente festiva, vieron cómo la diversión se convertía en pesadilla. El castillo hinchable, que había sido la atracción principal para muchos niños, se transformó en el escenario de un accidente fatal, especialmente para dos pequeñas: Cayetana, de tan solo 8 años, y Vera, de 4. Ambas perdieron la vida en un suceso que sigue resonando en las mentes y corazones de sus familiares, dejando una estela de dolor que parece no tener fin. A pesar de que han pasado años desde aquel fatídico día, el vacío por la pérdida de estas niñas sigue presente, más aún cuando no se ha señalado a ningún responsable directo.

A lo largo de este tiempo, la búsqueda de respuestas y la necesidad de justicia se han convertido en una misión incansable para las familias afectadas. Los recuerdos del accidente, con escenas que parecen repetirse en bucles interminables, invaden sus pensamientos una y otra vez. La pregunta que persiste es: ¿qué se podría haber hecho para evitar esta tragedia? Sin embargo, hasta la fecha, el proceso judicial no ha brindado ni respuestas claras ni culpables, generando una sensación de impotencia y frustración. La investigación, aunque sigue su curso, ha estado plagada de obstáculos y retrasos, dejando a las familias con la incertidumbre de si algún día obtendrán la justicia que tanto anhelan.
El clamor de una madre devastada
Eva Roz, la madre de Vera, ha utilizado las redes sociales como plataforma para compartir su dolor y exigir justicia por su pequeña. En sus publicaciones, la voz de Eva no solo transmite el sufrimiento de una madre que ha perdido a su hija, sino también un llamado urgente a la acción. “Es imposible un castigo que pueda reparar este dolor”, afirma con crudeza, reconociendo que ninguna medida, por severa que sea, logrará devolverle a su hija. Sin embargo, Eva insiste en la necesidad de que esta tragedia no se repita, solicitando que se adopten medidas concretas para evitar que más familias tengan que pasar por esta pesadilla. Entre sus propuestas se incluye la profesionalización del sector de las atracciones hinchables, un endurecimiento de la normativa, y sobre todo, que las administraciones se aseguren de cumplir con las regulaciones vigentes.
Bajo la etiqueta #lasonrisadeVera, Eva comparte fotos de la pequeña en momentos felices junto a su familia, como un recordatorio de la alegría que Vera solía irradiar. En medio de este dolor inconmensurable, Eva ha encontrado en las redes sociales un espacio donde expresar su duelo y su lucha por que se haga justicia. Con una mezcla de tristeza y coraje, ha relatado el impacto que la tragedia tuvo en sus otros dos hijos, quienes también fueron testigos directos del accidente. “Cuando el hinchable de la feria del @AjMislata lanzó a los niños por los aires, mi hija mayor (15 años) se quedó paralizada ante la escena, y se atormenta por ello. Mi hijo mediano (13) se metió entre las lonas sacando niños de debajo de ellas, llorando porque ninguno era Vera.”
Cuando el hinchable de la feria del @AjMislata lanzó a los niños por los aires, mi hija mayor (15 años) se quedó paralizada ante la escena, y se atormenta por ello. Mi hijo mediano (13) se metió entre las lonas sacando niños de debajo de ellas, llorando porque ninguno era Vera. pic.twitter.com/PhBjuTLTaF
— Eva Roz (@EvaRozG) September 26, 2024
La encontraron lejos, rodeada de sangre.
Que mantengamos el respeto no significa que seamos idiotas, no olvidamos a los responsables de la muerte de nuestra hija.
¿Existe castigo que pueda reparar este dolor? Imposible, pero confiamos que la Justicia también vea necesario que pic.twitter.com/94ZRzkj5Ge— Eva Roz (@EvaRozG) September 26, 2024
sí haya uno lo suficiente duro para que no se repita. Que se tomen medidas (profesionalizar el sector, endurecer la normativa, que las administraciones la cumplan…).
Por Vera, Cayetana, por sus hermanos, padres, tíos, primos, abuelos… Tantas vidas destrozadas…#SonrisaVera pic.twitter.com/qgHLULjDRA— Eva Roz (@EvaRozG) September 26, 2024
Retrasos y más preguntas sin respuestas
A medida que el proceso judicial avanza, la investigación ha apuntado a un posible fallo en el anclaje del castillo hinchable como la causa principal del accidente. Sin embargo, los retrasos acumulados y los cambios en los jueces responsables del caso, con cuatro magistrados diferentes en dos años, han prolongado el proceso, dejando a las familias en una espera interminable. Cada nuevo aplazamiento representa una nueva herida para quienes han sufrido la pérdida de sus seres queridos, extendiendo un dolor que parece no tener fin.
Esta lucha por obtener justicia se enfrenta no solo a la lentitud del sistema judicial, sino también a la incertidumbre de si, al final, se impondrán las responsabilidades necesarias para que tragedias como esta no vuelvan a ocurrir. Mientras tanto, las familias continúan reviviendo aquel día una y otra vez, esperando que, en algún momento, sus voces sean escuchadas y sus demandas atendidas.