Sonsoles Ónega y el fenómeno televisivo que conquista las sobremesas.
‘Y ahora Sonsoles’ ha logrado lo que muchos programas de sobremesa aspiran a conseguir: un público fiel que elige a Sonsoles Ónega y su equipo cada tarde. Desde su debut en octubre de 2022, el programa ha capturado la atención del espectador ofreciendo una propuesta que equilibra información y entretenimiento, combinando temas serios con momentos ligeros. Esta versatilidad es la esencia de un espacio donde caben desde reportajes de actualidad hasta entrevistas desenfadadas con personalidades del espectáculo.
El secreto de su éxito radica en el tratamiento respetuoso de los temas y en el compromiso de ofrecer exclusivas que no se ven en otros programas. El respaldo de un nutrido grupo de colaboradores aporta frescura y múltiples puntos de vista que enriquecen la emisión. Estos elementos han permitido que ‘Y ahora Sonsoles’ se convierta en un pilar de la programación de Antena 3, consolidando sus buenos datos de audiencia en una franja altamente competitiva.
Un cambio de tono con la visita de Millán Salcedo.
Esta semana, y en medio de la cobertura constante sobre los efectos de la DANA, el programa optó por un giro en su tónica habitual, trayendo al plató a Millán Salcedo, uno de los humoristas más queridos en España. El cómico, que fue parte de Martes y Trece, acudió para promocionar su regreso a los escenarios con la obra Preguntamelón, que se presenta en el teatro Infanta Isabel de Madrid. Fue una entrevista llena de nostalgia y humor en la que Salcedo rememoró sus días en el famoso trío cómico que formaba junto a Josema Yuste y Fernando Conde.
Durante la conversación, Salcedo compartió anécdotas sobre su carrera, revelando el origen de uno de los sketches más icónicos de Martes y Trece: el de las empanadillas de Móstoles, que marcó a toda una generación. «Salió por casualidad porque falló otra cosa», confesó el humorista entre risas, rememorando aquel accidente convertido en leyenda. Además, Salcedo recordó con cariño cómo Miguel Bosé quedó fascinado con el grupo, al punto de proponerles que abrieran uno de sus conciertos.
Sonsoles Ónega no perdió la oportunidad de indagar en el lado más personal de Salcedo, preguntándole sobre su vida amorosa y su conocida reticencia a compartir detalles de su vida privada. Con la ironía que lo caracteriza, Salcedo bromeó: “No he estado enamorado ninguna vez. Nunca. ¿Quién tiene la culpa? Probablemente tú”. Su respuesta desató carcajadas tanto en el plató como entre los espectadores, y el humorista aprovechó para jugar con el misterio, lanzando una invitación velada: “Si tú quieres saber qué es lo que a mí me va, tienes que ir al teatro Infanta Isabel a verme. Ni más ni menos”.
La entrevista también abordó temas más serios, como su relación con Josema Yuste y la separación del dúo cómico. “Dejamos de dialogar, no sé qué pasó”, confesó Salcedo, quien trató de restar dramatismo a la ruptura comparándola con la separación de otros famosos grupos. Incluso mencionó a ABBA y Los Beatles, lo que provocó un comentario rápido de Ónega sobre la muerte de John Lennon. “¡Claro que lo sé! Me está vacilando. ¡No vengo más a Telecinco!”, bromeó Salcedo, sacando otra sonrisa al público.
Una pausa accidentada: Sonsoles Ónega se impacienta.
La entrevista tuvo también un momento de tensión inesperada, cuando el programa regresó de una pausa publicitaria sin la debida preparación, generando un pequeño caos en el plató. Se notó que Sonsoles Ónega estaba visiblemente molesta por la falta de aviso del regidor, lo que los tomó fuera de lugar al volver en directo. Intentando retomar el control, Ónega ordenó a Salcedo, en tono firme, “Venga, siéntate”, tratando de ajustar los tiempos.
Millán Salcedo y su separación de Josema” Nunca más vuelvo a Telecinco” pic.twitter.com/3juyxc2RI9
— TVMASPI (@sebas_maspons) November 12, 2024
El humorista no dudó en responder con su característico tono irónico: “Hay que ver cómo eres de manipuladora, me traes de allá para acá y de acá para allá, por el amor de Dios”. Pero Sonsoles, decidida a no perder más tiempo, le insistió con un “Siéntate ya” que evidenciaba su prisa por continuar la entrevista sin distracciones. En ese momento, Salcedo lanzó una frase que arrancó la risa general: “Haz el favor de comportarte bien conmigo o no vengo más a tu programa, ahí queda”.
Un adiós y una promesa. El humor de Salcedo sigue vivo.
Aunque la tensión inicial pudo haber dejado a Ónega en una posición incómoda, el humorista aclaró de inmediato que todo había sido una broma. Ónega, con un gesto serio, hizo un esfuerzo por retomar el hilo de la entrevista, pidiendo a Salcedo que se concentrara para finalizar el segmento de una manera organizada. Esta chispa entre ambos dejó claro que la conexión humorística sigue siendo el eje central de la carrera de Salcedo, quien ha continuado reinventándose tras el fin de Martes y Trece.
Desde la separación del trío cómico, Salcedo se ha dedicado al teatro, construyendo una carrera sólida en este ámbito. Obras como Salomé de Wilde, Los sobrinos del Capitán Grant, y sus incursiones en la zarzuela han marcado su trayectoria, demostrando que su talento va más allá del humor televisivo y alcanza otras facetas interpretativas.
La superación.
En 2019, Salcedo enfrentó uno de los momentos más difíciles de su vida cuando sufrió un ataque epiléptico que le provocó lesiones en la lengua y lo llevó a ser intervenido quirúrgicamente. Como secuela, el humorista perdió parte de su capacidad para pronunciar la letra ‘r’, un obstáculo que, en lugar de detenerlo, lo impulsó a seguir adelante. Ese mismo año, tuvo la oportunidad de reencontrarse en televisión con Josema Yuste en el especial de Nochevieja de José Mota, una colaboración que permitió al público disfrutar de nuevo de aquella icónica química.
La entrevista en Y ahora Sonsoles fue, en definitiva, un tributo a la carrera y vida personal de Millán Salcedo, y a la vez, una muestra de su capacidad de resiliencia. Con su humor y espíritu intactos, Salcedo continúa regalando al público momentos inolvidables, demostrando que la comedia y el talento no tienen límites ni edad.