Un cambio inesperado en ‘Pasapalabra’.
La sorpresa se apoderó de la audiencia de ‘Pasapalabra’ cuando Nacho Mangut, uno de sus concursantes más emblemáticos, tuvo que despedirse del programa. En esta segunda etapa de su paso por el concurso, el extremeño perdió su lugar tras enfrentarse a la Silla Azul, una ronda que le jugó una mala pasada al cometer dos errores. Fue un adiós amargo para quien había demostrado ser uno de los concursantes más queridos y experimentados, tanto por su habilidad como por su cercanía con el público.

En su lugar, el programa ha recibido a un nuevo aspirante: Alberto Rodríguez, un concursante zamorano que ha llegado con fuerza y que, a pesar de los nervios, consiguió desbancar a Nacho en la prueba de la Silla Azul. Este logro no es menor, ya que Nacho había alcanzado el estatus de leyenda dentro del concurso. Alberto, antes de su primer Rosco, confesó que fue precisamente Nacho quien lo inspiró a seguir el programa desde su primera etapa en 2020, un homenaje que muestra el respeto que los concursantes se tienen entre sí.
Despedida en redes sociales.
Tras su salida, Nacho compartió en redes sociales un mensaje sincero en el que abordó los detalles de su experiencia, tanto lo positivo como lo negativo. En sus palabras, dejó claro que esta segunda oportunidad en el programa le había llegado de manera sorpresiva, y aunque estuvo llena de momentos emocionantes, no todo ha sido tan fácil como pudiera parecer. La experiencia le ha dejado un sabor agridulce, como él mismo comentó, y no dudó en felicitar a Alberto, a quien calificó como «el mejor aspirante» que ha pasado por la Silla Azul en mucho tiempo.
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Además, Nacho dedicó unas palabras especiales a su amigo y compañero de concurso, Manu, a quien considera un amigo para toda la vida y una persona con una fortaleza mental impresionante. «Le deseo lo mejor», escribió Nacho, dejando claro que, además de competir, su paso por el programa también le ha brindado la oportunidad de conocer a personas que le acompañarán más allá de las cámaras y las rondas de preguntas.
El precio de la fama en redes.
Agradecido por el cariño de los seguidores, Nacho confesó que fue precisamente ese apoyo el que le motivó a estudiar y prepararse para vivir esta segunda etapa en ‘Pasapalabra’. Sin embargo, también reveló un aspecto oscuro de su experiencia: el “acoso brutal” que sufrió en redes sociales. Durante su participación, explicó que recibía diariamente decenas de mensajes llenos de insultos, faltas de respeto, e incluso amenazas. “En esta ocasión he vivido la otra cara de la exposición pública”, comentó con pesar, una revelación que muestra cómo la visibilidad en los medios puede convertirse en un arma de doble filo.
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Nacho detalló que, en sus doce años como concursante en distintos programas, jamás había experimentado algo similar. “Nunca había vivido nada igual”, confesó, admitiendo que esta ha sido, sin duda, la peor experiencia que ha enfrentado en su vida. Para él, poder hablar de lo ocurrido es un alivio, una forma de liberar el peso de tantos mensajes hirientes que tuvo que soportar.
Una despedida histórica.
A pesar de esta amarga despedida, Nacho se marcha con la cabeza en alto y el reconocimiento de haber alcanzado el mejor registro histórico de un concursante en sus primeros 50 programas. Logró ganar el doble de veces de las que perdió, y esto le hace sentirse orgulloso de su desempeño. Además, la recompensa económica obtenida “cubre de sobra” lo que necesitaba, lo cual le permite cerrar esta etapa con gratitud, pese a las dificultades enfrentadas.
La publicación de Nacho ha suscitado una ola de mensajes de apoyo por parte de sus seguidores, y entre ellos no podía faltar el presentador Roberto Leal. El rostro del programa le ha aconsejado “practicar la indiferencia total hacia cualquier comentario irrespetuoso o malintencionado”, una tarea difícil, pero posible. Con este consejo, Leal le envió un caluroso abrazo, dejando claro que para él, Nacho será siempre el primer concursante de su ‘Pasapalabra’, un reconocimiento sincero a quien ha dejado huella en el programa.