Continúan los rifirrafes entre Rocío Carrasco y el resto de la familia.
Si de alguna manera Rocío Jurado pudiera estar observando el rumbo de su linaje desde su fallecimiento en 2006, es posible que la fallecida cantante se sintiera atónita al presenciar la vorágine de conflictos que rodea a su familia. En este complejo entramado de relaciones se encuentra su hija, Rocío Carrasco, también conocida como Rociíto, que tras años en silencio ha renacido de las sombras para revelar “su verdad” y reivindicar su pasado.
Tras la desaparición de la diva, su hija Rociíto ha enfrentado sin duda momentos muy complicados. La esposa de Fidel Albiac ha sido testigo de cómo parte de su propia familia se volcó en su contra, aliándose con quien más daño le ha infligido. A pesar de permanecer en un segundo plano durante años, en 2021 decidió que era el momento adecuado para volver a la televisión con gran despliegue mediático y relatar el calvario que vivió junto a Antonio David Flores, su exmarido.
Sin embargo, más allá de los principales protagonistas de esta historia, Rocío Carrasco y Antonio David Flores, los más afectados por el despliegue mediático y las repercusiones de la docuserie protagonizada por Carrasco han sido sus hijos en común, Rocío y David Flores. Estos jóvenes han vivido gran parte de su vida enfrentándose a la disputa de sus progenitores, pero jamás habían experimentado un escrutinio público de tal magnitud.
En los últimos dos años, los hermanos han sido centro de atención mediática. Rocío Flores, en particular, sufrió las consecuencias de las revelaciones de su madre en la docuserie, especialmente cuando Carrasco narró un supuesto episodio de agresión por parte de su hija. La joven, sin embargo, no se quedó de brazos cruzados y, junto al resto de la familia Flores, ha emprendido una cruzada en busca de justicia y reparación.
Tras el triunfo de Antonio David en los tribunales, en el que ganó una demanda contra La Fábrica de la Tele por despido improcedente y atentado contra su derecho al honor, su hija Rocío Flores decidió seguir sus pasos. “Yo me abro un canal en la vía judicial”, declaró la joven después de que su padre se adentrara en el mundo de YouTube. Y cumplió su palabra: pero, primero, buscó llevar a los responsables de la productora de la docuserie de su madre a los tribunales.
Rocío Flores exigió justicia específicamente por la divulgación de la sentencia que la condenaba como “autora responsable de un delito de maltrato habitual y de una falta continuada de amenazas e injurias” contra su madre. La ley establece que “todas las sentencias condenatorias de menores queden en un registro de antecedentes penales bajo la protección del tribunal que las juzga”, lo que no se respetó en este caso. Por ende, la publicación de dicha sentencia constituiría, según argumenta, “una invasión a su intimidad personal y familiar”.
David Flores ya no se calla.
Por otro lado, David Flores Carrasco ha procurado mantenerse al margen del conflicto que enfrenta a sus padres. No obstante, en privado ha realizado comentarios alusivos a la problemática familiar, tal como lo reveló en cierta ocasión su tío, Amador Mohedano.
Este último hizo público lo que David Flores supuestamente opina acerca de Fidel Albiac, esposo de su madre Rocío Carrasco. Es importante mencionar que el hijo de Carrasco y Antonio David presenta necesidades especiales, razón por la cual su familia ha evitado hablar sobre él en los medios de comunicación.
Pese a ello, Amador no dudó en mencionar a su sobrino en una entrevista concedida hace algún tiempo al programa Deluxe. Al igual que el resto del clan Mohedano, Amador criticó abiertamente a Fidel, a quien acusan de manipular a Rocío Carrasco. Esta es una de las acusaciones más comunes en contra del esposo de la hija de Rocío Jurado, aunque ha sido desacreditada en varias ocasiones por personas cercanas a la pareja.
En cualquier caso, Amador, exesposo de Rosa Benito, relató que David es una persona sumamente sensible que sufría mucho al visitar Chipiona y encontrarse con fotografías y recuerdos familiares. Por tal razón, Amador decidió ocultar varios objetos para que su sobrino no los viera, incluida la revista que documentaba la boda de su madre con Albiac. Sin embargo, el joven logró hacerse con la publicación.
Aparentemente, tras examinarla, David la colocó sobre la mesa y, señalando al esposo de Rocío Carrasco, comentó: “Tito, este es muy poco agradable, ¿verdad?”. Al compartir esta anécdota, Amador añadió: “El chiquillo es muy listo”.
David Flores Carrasco conoció la otra versión.
Es innegable que el nieto de “la más grande”, Rocío Jurado, también ha sido testigo de cómo su madre, Rocío Carrasco, no ha permanecido en silencio frente a las afirmaciones vertidas por su tío, Amador Mohedano. En la primera entrega de su docuserie, Carrasco desmintió vehementemente lo relatado por su tío. No obstante, debido al veto impuesto por Mediaset a toda la familia, se desconoce qué otras historias Rocío Carrasco habría compartido en un hipotético tercer documental.
En cuanto a la relación entre David Flores y Fidel Albiac, Rocío Carrasco ha declarado que Fidel siempre ha sido muy especial, tierno y condescendiente con sus hijos, incluso más flexible que ella misma en ciertos aspectos. Carrasco cuenta que su hijo menor sentía un gran cariño por Fidelito, como él solía llamarlo. Además, cuando David comenzó a hablar, solía llamarlo papá. Fidel le aclaraba que no era su padre, a lo que el niño respondía llamándolo “papá Pepe”.
Esta complicidad también la compartía Fidel con Rocío Flores, la otra hija de Rocío Carrasco. Según relató Rociíto en su docuserie, cuando su hija mayor era más pequeña, acudía a Fidel para contarle lo que sucedía en el colegio. Fidel siempre mostró gran complicidad con ambos niños, preocupándose por sus notas y su educación. Carrasco destacó que Fidel quería que sus hijos vivieran en un mundo de niños y no de adultos.
También contó Rocío Carrasco que “con mis hijos era y ha sido una persona que se ha preocupado, que se ha ocupado y que se ha desvivido como si fueran suyos. Además, siempre ha inculcado a los niños que respetaran y quisieran a su padre”. “Esos niños con Fidel era locura”, zanjó.