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“Conocí hace 16 años a un Richard Gere, y ahora me presentáis a un Danny DeVito”: Se queja a ‘First Dates’ tras conocer a su cita, y la reacción de él es maravillosa

El fenómeno que no pierde fuerza.

Desde que se estrenó en 2016, First Dates se ha convertido en uno de los programas más longevos y queridos de la televisión española. Su fórmula, que combina romanticismo, humor y tensión emocional, mantiene enganchados a millones de espectadores cada noche. Lo que parecía un simple reality de citas se ha transformado en un escaparate de historias personales que reflejan las complejidades del amor moderno.

El secreto de su éxito reside en su capacidad para sorprender en cada episodio. No importa cuántos años pasen ni cuántas parejas se sienten en sus mesas: siempre hay giros inesperados, confesiones memorables y momentos que rozan lo surrealista. First Dates no solo empareja solteros, sino que invita al espectador a reír, emocionarse y reflexionar sobre las distintas formas de relacionarse.

Además, el programa destaca por su capacidad de dar visibilidad a todas las edades, realidades y personalidades. Desde adolescentes buscando su primera cita hasta septuagenarios que no renuncian a encontrar el amor, First Dates ha demostrado que nunca es tarde para empezar de nuevo. Y en la última emisión, María Isabel y Reyes protagonizaron uno de esos encuentros que no dejan indiferente a nadie.

Una cita con expectativas claras.

Las puertas del emblemático restaurante se abrían una vez más para recibir a María Isabel (72), una teleoperadora jubilada de Madrid que llevaba ”16 años sin tener relaciones sexuales”. Tras dos décadas viviendo sola y disfrutando de su independencia, había decidido dar el paso y probar suerte en el amor televisado. Lo hacía con ilusión, pero también con requisitos muy definidos sobre el tipo de hombre que buscaba.

”Me apunté a teatro, yoga, natación y también he estado viajando”, contaba. La soltera quería conocer a alguien que respetara su espacio personal y su estilo de vida: ”Que no me dé mucho la lata y sea majete porque yo soy muy independiente”. Su cita sería Reyes (77), un técnico de mantenimiento jubilado que ya había estado en el programa y que, sin saberlo, se enfrentaba a una evaluación muy exigente.

El primer cruce de miradas no fue prometedor. ”Ay, esta cara me suena”, comentó María Isabel, mientras el presentador confirmaba que Reyes ”estuvo en el programa”. Sin embargo, lo que empezó como una anécdota simpática se convirtió pronto en un desencuentro evidente. ”No me gusta nada, cero. Nunca he salido con una persona así”, sentenció la madrileña.

Entre confidencias y decepciones.

Con cierta incomodidad, la pareja se sentó a cenar e intentó romper el hielo compartiendo anécdotas de sus vidas. Reyes, orgulloso de mantenerse en plena forma, declaraba: ”Yo siempre doy gracias por tener la cabeza como la tengo, porque la voz no me falla y el sexo no me abandona”. La respuesta de María Isabel, sin embargo, marcó un contraste total: ”Yo estoy un poco desentrenada. Desde el 2009, no conozco varón. Llevo 16 años sin sexo. Me da vergüenza”.

Intentando suavizar la tensión, el soltero la halagó: ”Tienes una sonrisa encantadora. ¿Cómo puedes estar sin varón?”. Pero ella fue tajante: ”Porque yo creo que no lo necesito realmente”, dejando claro también al equipo que Reyes no era el tipo de hombre que tenía en mente. Y, fiel a su característico sentido del humor, soltó una frase que desató carcajadas: ”Conocí hace 16 años a un Richard Gere y ahora me presentáis a un Danny DeVito y me he venido abajo”.

El contraste entre lo que buscaban se hacía cada vez más evidente. Mientras Reyes apostaba por la serenidad y la sencillez, María Isabel deseaba alguien más activo y apasionado. El baile parecía ser su único punto en común, pero ni eso bastaría para salvar la cita.

Humor, escritura y un choque de mundos.

A medida que avanzaba la velada, Reyes compartió uno de sus pasatiempos favoritos: ayudar a los demás. ”Son muy simple”, explicó. Pero esa humildad no encajaba con las expectativas de su cita: ”Es muy tranquilo y yo necesito más caña”, reconocía ella. La conversación cambió de rumbo cuando él reveló otra de sus aficiones: la escritura, algo que, lejos de impresionarla, dejó a María Isabel bastante indiferente.

En un intento de animar la noche, la madrileña decidió recurrir a su vis cómica. ”Desde que me dijeron que tenía vis cómica, dije ‘voy a explotarlo”’, confesó entre risas. Sin embargo, Reyes tampoco parecía dispuesto a dejarse conquistar por el humor: ”No soy muy de chistes. Si ella considera que es graciosa…”, sentenció.

La cita avanzaba sin que ninguno de los dos encontrara un punto de conexión real. Entre las risas que no hacían gracia y las pasiones que no compartían, el desencuentro se consolidaba.

Un final anunciado.

En la última parte de la noche, ambos se dirigieron al reservado del restaurante, donde una pista de baile improvisada les esperaba. Allí lo dieron todo, intentando disfrutar del momento, pero ni el ritmo de la música consiguió acercarles. La distancia emocional era evidente y ninguno parecía dispuesto a forzar una conexión que simplemente no existía.

”No me acuerdo ni cómo se llama, y con eso te lo he dicho todo”, confesaba María Isabel al equipo. Reyes, por su parte, fue igual de honesto: ”No me ha llamado la atención”. Finalmente, como era previsible, ambos coincidieron en rechazar una segunda cita.

El episodio dejó claro que First Dates sigue siendo un reflejo perfecto de las complejidades del amor. No siempre hay chispa, no siempre hay química, pero siempre hay historias que entretienen, sorprenden y, sobre todo, nos recuerdan que buscar compañía es un viaje tan impredecible como apasionante.