Una relación que nació en la polémica.
Alejandra Rubio y Carlo Costanzia, quienes mantienen una relación desde hace algún tiempo, se encontraron desde el principio en el ojo del huracán. La pareja hizo pública su relación a través de las redes sociales, donde los comentarios y especulaciones no tardaron en llegar. La historia entre ambos generó interés no solo por el hecho de ser dos personajes mediáticos, sino también por la velocidad con la que decidieron dar pasos significativos, como la llegada de un bebé, lo que captó la atención de todos. Aunque comenzaron su relación con discreción, no pudieron evitar que los rumores sobre su vida privada se convirtieran en noticia.

A medida que su relación avanzaba, se hizo evidente que la pareja tenía intenciones serias. Desde los primeros meses, Alejandra y Carlo no dudaron en expresar que ser padres era un plan que contemplaban para su futuro. Sin embargo, cuando la noticia del embarazo se confirmó, ambos confesaron sentirse desbordados por la situación. “Nos agobiamos un poco”, admitieron en entrevistas, reconociendo que la atención mediática y el constante escrutinio público agregaron presión a un momento que, en otras circunstancias, podría haber sido más íntimo y privado.
Con la noticia del embarazo, la pareja se convirtió en el blanco de muchas críticas. Las opiniones divididas sobre su relación y sus decisiones personales inundaron las redes sociales, pero tanto Alejandra como Carlo han demostrado ser resilientes ante la adversidad. A lo largo de estos meses, han tenido que lidiar con comentarios duros y, en ocasiones, injustos, mientras intentaban centrarse en lo que realmente importa: su familia en crecimiento. “Hemos recibido críticas muy duras”, reconocieron en más de una ocasión, pero han sabido mantener su fortaleza y buscar la normalidad que tanto anhelan para enfrentar el desafío de convertirse en padres primerizos.
El nuevo hogar en Aravaca.
Con el nacimiento de su primer hijo a la vuelta de la esquina, Alejandra y Carlo han decidido establecerse en Aravaca, un tranquilo barrio en las afueras de Madrid que ha sido el refugio perfecto para la pareja en este momento de transición. El cambio de domicilio no fue una decisión tomada a la ligera. Carlo, quien anteriormente vivía en Vallecas, decidió trasladarse al hogar de Alejandra para estar más cerca no solo de su pareja, sino también de la madre de ella, Terelu Campos, que vive a solo unos metros. La cercanía de la familia ha sido un factor clave para asegurar una red de apoyo cuando el bebé llegue, algo que Alejandra ha considerado vital.

La casa, ubicada en una urbanización a unos 10 kilómetros del centro de Madrid, ha sido cuidadosamente decorada por Alejandra, quien se ha asegurado de que refleje su estilo personal y se ajuste a las necesidades de su vida cotidiana. Con un toque coqueto y moderno, la vivienda cuenta con todas las comodidades que la pareja necesita, incluyendo un amplio vestidor y una terraza que ofrece un espacio perfecto para relajarse en los días soleados. Sin embargo, lo que realmente destaca de la casa es la biblioteca que preside el salón, un lugar que refleja el interés de Alejandra por la lectura y el diseño.
La proximidad a su madre, Terelu, ha sido una ventaja para Alejandra, quien sabe que contar con su apoyo será crucial una vez que el bebé nazca. Terelu, emocionada por la llegada de su nieto, ha mostrado su disposición para estar cerca y ayudar en lo que sea necesario. “La ayuda de mi madre será fundamental”, ha confesado Alejandra, consciente de la importancia de tener a su familia cerca en este nuevo capítulo de su vida.
Carlo Costanzia, una decisión que lo dice todo.
La decisión de Carlo de mudarse a la casa de Alejandra marca un antes y un después en su relación, un gesto que demuestra claramente la seriedad de su compromiso y el amor que siente por ella. Aunque ambos han sido discretos sobre muchos aspectos de su vida privada, este paso habla por sí mismo. “Vivir juntos es lo que tenía sentido”, han dicho en varias entrevistas, mostrando que están en sintonía no solo como pareja, sino también como futuros padres. Este movimiento no solo les permite estar más cerca el uno del otro, sino también preparar juntos el hogar para la llegada de su bebé, consolidando aún más su relación.

Es evidente que, pese a las críticas y las dificultades, Carlo tiene muy claro lo que Alejandra significa para él. Su mudanza a Aravaca no fue una simple cuestión de logística, sino una declaración de intenciones. Al estar a su lado durante este momento tan importante, Carlo demuestra que su prioridad es construir una vida en común y formar una familia junto a la mujer que ama. “La verdadera opinión de Carlo sobre Alejandra queda clara con su decisión de compartir su vida bajo el mismo techo”, han comentado fuentes cercanas, lo que deja poco lugar a dudas sobre el futuro de esta joven pareja.