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Belén Esteban se sincera y revela la situación hasta ahora desconocida de Anabel Pantoja: “Impactada”

La solidaridad en su máxima expresión.

Belén Esteban, conocida por su carácter directo y su enorme corazón, no se lo pensó dos veces cuando recibió una llamada crucial de Anabel Pantoja. En cuanto supo de la gravedad de la situación de la pequeña Alma, hija de su gran amiga, decidió dejar todo a un lado. Cogió un avión con destino a Las Palmas de Gran Canaria, decidida a estar al lado de Anabel y su pareja, David Rodríguez, en un momento tan crítico. La colaboradora de televisión, quien ha sido un pilar en la vida de Anabel, no dejó que la distancia fuera un obstáculo.

Después de dos días de tensión emocional, en los que su única prioridad fue brindar apoyo, Belén retomó su rutina en el programa Ni que fueramos shh. Sin embargo, el impacto de lo vivido seguía resonando en sus palabras. Con una voz quebrada y lágrimas contenidas, compartió cómo esas primeras horas fueron una montaña rusa de emociones, marcadas por la incertidumbre y el dolor. «No me lo pensé, ni yo ni mucha gente. No sabía que había tanta gente que quería a mi amiga. No he visto cosa igual…», confesó al recordar las muestras de apoyo recibidas.

Una red de apoyo.

El hospital materno infantil de la isla se convirtió en un lugar de encuentros inesperados, de lágrimas compartidas y de momentos de unidad. Belén destacó la cantidad de personas que acudieron para acompañar a Anabel y David en estas circunstancias. «Estoy orgullosa de la gente que quiere a Anabel y David. Me quedé súper impactada», aseguró, dejando entrever la profunda conexión que se ha forjado entre familiares, amigos y conocidos en torno a la figura de Alma.

De manera contundente, Belén quiso disipar cualquier tipo de especulación. Aclaró que la prioridad absoluta era la niña, Alma, y que cualquier otro tema quedaba en segundo plano. «Todo el mundo que ha ido allí es por una persona que se llama Alma. Yo no voy a entrar en si he estado o no con quién, lo primordial es Alma, Anabel y David», afirmó, marcando una línea clara ante posibles rumores.

La importancia de los abuelos.

Además, la colaboradora utilizó su altavoz mediático para resaltar el papel de los abuelos de Alma, quienes han sido un soporte esencial en estos momentos. «La gente que estábamos allí, familia y amigos, estábamos por ellos y por los abuelos de ambas partes. Merchi, que es la conocida, y su pareja Fernando que está allí desde el primer momento. También quiero nombrar a Antonio y Marina, los padres de David», expresó con gratitud, reconociendo el esfuerzo de todos los implicados.

Belén no ocultó que esta experiencia ha sido desgarradora. Aunque intentó mantenerse fuerte, reconoció que era inevitable venirse abajo al abandonar el hospital. «Iba muy mentalizada, pero cuando salías a comer era inevitable venirte abajo», admitió. No obstante, dejó claro que los amigos más cercanos de Anabel han organizado turnos para garantizar que la pareja nunca esté sola en este proceso tan complicado.

Un compromiso inquebrantable.

La de Paracuellos recordó cómo se gestó su viaje para estar al lado de su amiga. Fue un viernes, tras terminar su jornada laboral, cuando recibió las llamadas de Merchi y Anabel. Sin dudarlo, organizó todo para viajar de inmediato junto a otros amigos como Leandro y Susana Bicho. «Decidimos sacar un billete a las 00:30h», relató. Aunque su estancia fue breve, Belén dejó claro que seguirá acompañando a Anabel siempre que sea necesario. «Si a mí me pasara algo, o a mi hija o a mi marido, ni Anabel ni David me dejarían sola», expresó con lágrimas en los ojos.

El mensaje del equipo médico ha sido claro: cautela y paciencia. La evolución de Alma será lenta, pero hay esperanza. Belén, en contacto constante con la pareja, ha transmitido que, aunque la situación es compleja, el optimismo se mantiene como un pilar fundamental. «Ellos están agotados, pero poquito a poco, la cosa va a salir bien», declaró con seguridad.

Lágrimas y sonrisas.

El ambiente en el hospital ha sido una mezcla de emociones encontradas. Belén reconoció que, aunque hubo muchas lágrimas, también se vivieron momentos de esperanza y unión. «He llorado, poquito a poco. Yo estoy muy positiva. A mí me ha asombrado [la actitud de Anabel], pero tienen momentos», comentó, dejando entrever la fortaleza de su amiga en medio de la adversidad.

Finalmente, quiso expresar su agradecimiento a todo el personal del hospital y a los familiares de otros niños que han mostrado su apoyo. Con su habitual sinceridad, concluyó: «Los que tienen que hablar son ellos, los amigos solo estamos para apoyar». Con estas palabras, Belén reafirmó su compromiso incondicional con Anabel y su familia, dejando claro que, en los momentos difíciles, la verdadera amistad siempre está presente.