Lamine Yamal, en el ojo del huracán tras El Clásico… y su padre aviva la polémica.
A sus apenas 18 años, Lamine Yamal ya carga sobre los hombros una expectación digna de un veterano. Formado en La Masía, el joven extremo del Barcelona es considerado una de las mayores promesas del fútbol europeo, con una zurda capaz de cambiar el rumbo de un partido en segundos. Su madurez, su descaro y su facilidad para desbordar han hecho que muchos lo vean como el futuro del club y, quizá, del fútbol español.

Pero la precocidad también tiene su cara más amarga. Con cada partido importante llegan los focos, las comparaciones y las críticas desmedidas. Lamine vive en un equilibrio constante entre el elogio y la exigencia, y el Clásico del pasado domingo no fue la excepción. Aunque su talento no se discute, su rendimiento ante el Real Madrid volvió a despertar debates encendidos entre los aficionados.
En medio de la tensión de un encuentro siempre eléctrico, el joven azulgrana se vio envuelto en una discusión que encendió la mecha dentro y fuera del campo. Y esta vez, la tormenta no la desató él, sino su entorno más cercano.
La chispa en las redes.
Tras el partido, las redes sociales se llenaron de comentarios y análisis, pero quien realmente acaparó la atención fue su padre, Mounir Nasraoui. Lejos de mantenerse al margen, publicó una imagen de su hijo visitando la Kings League, un guiño directo al origen de la controversia. Esa foto correspondía al día en que Lamine habló del Real Madrid en tono distendido, unas palabras que —según varios testigos— los jugadores blancos no olvidaron durante el encuentro.

A la imagen, Mounir añadió un mensaje con tono burlón dirigido a los futbolistas merengues y un cierre que muchos interpretaron como una provocación: “Menos mal que solo tiene 18 años… Nos vemos en Barcelona”. En pocas horas, la publicación se volvió viral, multiplicando la polémica que ya venía de los minutos finales del partido.
El fuego del Clásico no se apaga.
El comentario del padre del futbolista fue visto por miles de usuarios y compartido en medios deportivos de toda España. Algunos lo tomaron como una defensa paterna comprensible; otros, como una muestra más de la tensión que rodea cada enfrentamiento entre Barça y Madrid. La historia en Instagram fue eliminada poco después, pero el daño —o el ruido— ya estaba hecho.
El propio Mounir hizo referencia al próximo encuentro liguero en el Camp Nou, anticipando que ese “nos vemos en Barcelona” podría ser una promesa de revancha. Lo cierto es que, con su gesto, añadió un nuevo capítulo a la larga saga de enfrentamientos verbales que acompañan al Clásico, un espectáculo que trasciende los noventa minutos.
Ecos que no cesan.
Desde entonces, los comentarios no han dejado de llegar. Algunos seguidores del Barça aplauden la pasión del padre, mientras los madridistas lo consideran una provocación innecesaria. Lo indiscutible es que la polémica ha corrido como la pólvora en redes sociales, donde Lamine Yamal y su familia han sido tendencia durante días, confirmando que, en el fútbol moderno, las batallas también se libran en la pantalla del móvil.