Guardar un sitio de aparcamiento en la calle con el cuerpo: ¿una picaresca ilegal?
La falta de aparcamiento en muchas ciudades españolas ha convertido en una batalla diaria el simple hecho de encontrar dónde dejar el coche. A los parquímetros, zonas reguladas y restricciones medioambientales, se suman ciertas “costumbres urbanas” que, aunque bien intencionadas, rozan o directamente cruzan la ilegalidad. Una de las más polémicas: guardar una plaza de parking en plena calle utilizando el cuerpo o algún objeto para impedir que otros vehículos se estacionen.

No son pocos los conductores que, en más de una ocasión, se han topado con una persona plantada en medio de una plaza libre de aparcamiento con el fin de **“guardar el sitio” para un amigo o familiar que viene de camino**. Aunque pueda parecer un gesto inocente o incluso práctico, esta práctica ha generado múltiples disputas, gritos e incluso vídeos virales en redes sociales.
Uno de los casos más sonados ocurrió en Talavera de la Reina, donde una mujer se situó en mitad de una plaza para reservarla a su hija. El conductor que pretendía aparcar discutió con ella, señalando que eso no era legal, y el altercado fue grabado, generando debate en internet. Pero, más allá del juicio popular, **¿qué dice la ley al respecto?**
“La vía pública es de uso común”
Una abogada del despacho Martín Herreros Abogados ha querido poner luz a esta cuestión. Su veredicto es claro: “La respuesta es no”, afirma. Y lo justifica de forma contundente: “La vía pública es de uso común y nadie puede apropiarse de un espacio que pertenece a todos”.
Guardar una plaza de aparcamiento para otro vehículo puede suponer, según la abogada, “una ocupación indebida de la vía e incluso generar conflictos con otros conductores”. La normativa que lo respalda es el Artículo 122.6 del Reglamento de Circulación de la Dirección General de Tráfico (DGT), que indica que “cuando exista refugio, zona peatonal u otro espacio adecuado, ningún peatón debe permanecer detenido en la calzada ni en el arcén, aunque sea en espera de un vehículo”.
La interpretación jurídica es clara: un peatón no puede invadir la calzada por anticipación, ni siquiera si se trata de un momento breve para facilitar el aparcamiento a un tercero.
“El espacio público no se reserva con el cuerpo, sino con el coche ya estacionado”
Aunque el artículo legal no menciona de forma explícita que guardar una plaza esté prohibido, desde el despacho de abogados apuntan que “se sobreentiende”. “Lo correcto es que el aparcamiento lo ocupe el vehículo una vez estacionado, nunca una persona”, explican.
Esta ambigüedad en el texto legal no impide que la autoridad actúe si detecta este tipo de comportamientos. De hecho, la policía está facultada para intervenir si considera que se está infringiendo la normativa.
Multas de hasta 200 euros
En cuanto a las consecuencias legales, la abogada lo deja claro: “La policía puede intervenir y sancionar”. Si un peatón es sorprendido obstaculizando la calzada para guardar sitio a otro coche, puede recibir una multa de hasta 80 euros. Pero si se trata de un vehículo que ocupa de forma deliberada dos plazas con el mismo objetivo, la sanción puede ascender a 200 euros.
Estas multas buscan disuadir a los ciudadanos de adoptar conductas que entorpecen la convivencia y la circulación en espacios compartidos.
Conclusión: lo que parece un favor, puede salir caro
En resumen, guardar una plaza de aparcamiento para otro coche en la vía pública no es legal, por mucho que se haya convertido en una práctica común en muchas ciudades. El consejo de los expertos es claro: **el espacio público no se reserva con el cuerpo, sino con el coche ya estacionado**.
Evitar este tipo de situaciones no solo puede ahorrar disgustos y discusiones callejeras, sino también dinero en forma de sanciones. En un entorno urbano cada vez más regulado, lo mejor es dejar la picaresca aparcada… y esperar pacientemente a que se libere una plaza.